Ilustración e ilustraciones

 

El ensayista y filósofo inglés de origen ruso Isaiah Berlin (1909-1997), permaneció toda su vida académica en Oxford, primero como alumno y, después, como profesor y, finalmente, como maestro y catedrático de muchas promociones de alumnos de diversas procedencias. Su pensamiento es universalmente conocido, especialmente por su tratamiento de la libertad negativa y positiva, eso sí, repleta de buen humor y chispeantes anécdotas, así como por su interesante teoría o noción del pluralismo de los valores.

En esta ocasión, nuestro lúcido profesor se sumergirá en la historia y se centrará en la contra-Ilustración y la voluntad romántica. Sin duda unas páginas verdaderamente brillantes de un pensador que ha estudiado la materia y la ha sopesado detenidamente.

Lógicamente, comenzará por definir la ilustración francesa, la más genuina e interesante, fruto del pensamiento cartesiano y de una crítica mordaz y aguda a la Iglesia católica, que hasta Benedicto XVI no ha expresado formalmente lo que ha aprendido de ella (14). Inmediatamente, nuestro autor destruirá el mito del llamado progreso continuo y su fracaso en el siglo XX, donde se sucedieron dos guerras mundiales y cuando se arrojaron dos bombas atómicas en tierra japonesa con miles de muertos y destrucción de vidas humanas (46-47). Indudablemente, los patrones del crecimiento de la dignidad de la persona humana y del desarrollo sostenible son rastreables (58) y mediante ellos se podría reescribir una anti ilustración, pero también se puede reconocer en los gobernantes de aquellos tiempos, restos de adoctrinamiento (66), abuso de poder y falta de educación en la libertad (90).

Berlin recoge algunos de los argumentos del conocimiento de la autoridad en la sociedad al descubrir la violencia en el corazón humano y otros argumentos que podrían llevar a Hobbes a defender la entrega de la libertad al príncipe despótico para que devuelva la paz a la sociedad (91). A lo que añadiría: “Los hombres no están hechos para la libertad ni para la paz” (94). Enseguida Berlin se referirá al empirismo y a una peculiar forma de entender la fe cristiana “El auge de la ciencia y los métodos empíricos solo sustituyó un conjunto de formas por otro; sacudió la fe en las leyes y axiomas apriorísticos proporcionados por la teología o la metafísica aristotélica, e introdujo en su lugar leyes y reglas empíricas validadas por la experiencia” (111).

Finalmente, tratará del idealismo, del romanticismo y de la rebelión de los sentimientos (113) para reivindicar la voluntad (129). Pero también de la autonomía moral kantiana y su libertad extrema (115). El problema radicará en que los ilustrados franceses negarán la realidad del alma, la existencia de un Dios personal y el libre albedrío (117). Francia contra Alemania. Para desesperación de Kant, los alemanes románticos dejarán de leer en francés y en latín: “Sturm und Drang”: todo pasa a ser un drama (119).

José Carlos Martín de la Hoz

Isaiah Berlin, La contra-Ilustración y la voluntad romántica, ediciones página indómita, Barcelona 2023, 156 pp.