Ediciones Palabra ha reeditado la biografía de
Isidoro Zorzano Ledesma, se trata de la quinta
edición. El Siervo de Dios Isidoro Zorzano, fiel laico
de la Prelatura del Opus Dei, falleció el 16 de julio de 1943. Desde entonces,
la fama de santidad que le acompañó en los últimos años de su vida, se
incrementó y propagó por el mundo entero. Actualmente, después de tantos años, son
muchas las personas de toda clase y condición que invocan a Dios y obtienen gracias por su
intercesión.


Isidoro
nació en Buenos Aires el 13 de septiembre de 1902. Estudió el bachillerato en
Logroño, donde fue compañero de curso de San Josemaría Escrivá de Balaguer.
Después, en Madrid, curso los estudios de Ingeniería Industrial. Posteriormente,
se trasladó a Málaga donde trabajó como ingeniero en los Talleres de los Ferrocarriles
Andaluces.


Mientras, la llamada de Dios se fue
abriendo paso en su alma. Para dilucidar lo que Dios quería de él viajó a
Madrid. En un providencial encuentro con San Josemaría, las dudas se despejaron
y entregó su alma a Dios, en el Opus Dei, el 24 de agosto de 1930.


Desde entonces, su vida cobró un
nuevo sentido: llenar de amor de Dios sus quehaceres cotidianos y, a través de
la amistad, acercar a las almas a Dios.
En todas sus actividades dio testimonio
constante de su fe cristiana.


En junio
de 1936 pidió la excedencia en los Ferrocarriles Andaluces y se trasladó a
Madrid. A los pocos días, comenzó la Guerra civil española, donde su madurez
humana y espiritual se puso a prueba. Constituyó un sólido punto de apoyo para
el Fundador que pudo descansar en él, y
dio pruebas de heroísmo en el amor a la Iglesia y en el celo por
las almas.
Terminada la
contienda, San Josemaría siguió apoyándose cada vez más en Isidoro. El Siervo
de Dios, compatibilizaba sus trabajos en los Ferrocarriles con la ayuda al
Fundador en el gobierno y la formación de los fieles del Opus Dei.


A finales
de 1941 comenzaron los primeros síntomas de su enfermedad: linfogranulomatosis
maligna. El Siervo de Dios ofrecía por la Iglesia sus molestias, recibía a diario la Comunión y seguía
con interés el crecimiento de la
Obra. El 16 de abril San Josemaría le administró la Unción de los
Enfermos. Falleció el 15 de julio de 1943 en el Sanatorio San Francisco de Asís. Al día siguiente fue enterrado en el
cementerio de La Almudena de Madrid.
La Causa de
canonización se inició en Madrid en 1948.


Desde el
pasado 6 de octubre, con la aprobación de la Congregación para las Causas de
los Santos y del Cardenal Arzobispo de Madrid, sus restos descansan en la
capilla del Cristo de la Parroquia de San Alberto Magno en el madrileño barrio
de Vallecas.


La Positio super vita, virtutibus et fama sanctitatis,
del Siervo de Dios fue entregada en la Congregación en 2006. Corresponde a la
Iglesia juzgar acerca de la heroicidad de sus virtudes, y a nosotros avivar el
paso de la santidad en nuestras almas y pedir a Dios, a través del Siervo de
Dios, por nuestras necesidades espirituales y materiales.


 


José Carlos Martín de la Hoz


 


José Miguel PERO-SANZ, Isidoro Zorzano,
ed. Palabra, Madrid 2009, 445 pp