La cultura española (1900-1950)

 

Las biografía de Eugenio d’Ors (1881-1954) sirve a Javier Varela (1952), profesor de historia del pensamiento político de la UNED, para hacer un recorrido de la cultura española y catalana de la primera mitad del siglo XX, puesto que d’Ors, glosador, periodista y escritor, comenzará su periplo parisino a comienzos de siglo, y desde entonces, tratará de cambiar la cultura catalana y española, de agrícola en urbana, y de clerical en civil (39-40).

Varela nos sitúa enseguida a Eugenio d’Ors en relación con Enric Prat de la Riba (28), Joan Maragall (40) y Francesc Cambó (29), pues también a él se le atribuyen los mismos sentimientos nacionalistas: “Los orígenes medievales de la nación catalana conformaron la imagen duradera de la Marca Hispánica, avanzada del Imperio carolingio en tierra de infieles. Esta primavera nacional se vio frustrada por la política unitaria de Fernando el Católico. Una decadencia o letargo refrendado por los Decretos de Nueva Planta, a principios del siglo XVIII” (41).

Desde París, en los primeros años del siglo XX, va mostrando en sus habituales colaboraciones con la prensa catalana, La Veu de Catalunya, los nombres y resultados de sus lecturas: Murrais, Sorel, Bergson, Boutroux, William James (34-50). Todo ello quedará reflejado en su Tesis doctoral sobre el Genealogia ideal del imperialismo dirigida por Gumersindo de Azcárate, de la Institución Libre de Enseñanza (51). “Teresa. La bien plantada”, su novela por entregas escrita en 1911, resume su concepto de urbano nacionalista catalán, frente a la rural castilla (75-77).

Es interesante recordar que desde la llegada de Prat de la Riba en 1907 a la Diputación de Barcelona comenzaron las excavaciones arqueológicas, las restauraciones de monasterios, el Institut d’Estudis Catalans (La Juan de Ampliación de estudios en Cataluña) (85). Eugenio d’Ors se convierte en el impulsor de las actividades culturales catalanistas con los gastos pagados (86). Finalmente fue nombrado director de Instrucción pública de la Mancomunidad y luego impulsor de la Biblioteca Pública de Cataluña y de las bibliotecas ambulantes (91). Alardeaba de estudios universitarios y de ser conferenciante de filosofía y profuso escritor pero “Xenius tendrá siempre una relación de amor y odio con la universidad en la que quiso y no pudo entrar” (112), sobre todo tras el fracaso de la oposición a la cátedra de Psicología de la Universidad de Barcelona, en 1914, donde solo le votó Ortega y Gasset (133-136).

La primera guerra mundial (1914-1917) es la época de su declive en Cataluña y en Francia, por su supuesto apoyo a Alemania en la guerra (153) y por la muerte de Prat de la Riba, en 1917, su valedor (155). En cualquier caso d’Ors contribuyó al impulso de la Autonomía de Cataluña y a la aprobación de la Generalitat (166), aunque no terminara de ser su persona y sus ideas del agrado del nuevo dirigente de la Mancomunidad, Puig i Cadafalch que en búsqueda de una mejor gestión económica le cesan a comienzos de 1920 de la Jefatura de la Instrucción pública (192) y poco después de todos sus cargos (203).

Llega a Madrid en 1922. Publicará en ABC hasta la segunda República (250) y se dedicará a la crítica de arte (256). Con la llegada, en 1923, de la Dictadura de Primo de Rivera y su aprobación por los intelectuales entramos en otra etapa (260). Académico de la lengua (1927), profesor de la Escuela Social de Madrid (1925), miembro del Instituto Internacional de Cooperación Intelectual con sede en Paris (281). Con la llegada de la segunda república, pasó a publicar en el Debate, era junio de 1932 (311).

La guerra civil la vivió en Paris hasta que en 1937 regresó a Navarra con Yzurdiaga y publicará en el diario Arriba (386), desde allí hace viajes para dar conferencias como para realizar tareas de propaganda del nuevo régimen (391). En 1938 es nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes (393). En agosto de 1939 cesó como Director General de Bellas Artes con la llegada de Ibáñez Martín al Ministerio de Educación (419). No comulgaría d’Ors con el nacionalsocialismo, ni con el fascismo (455). Finalmente Ruiz Jiménez, en 1953, le nombrará catedrático de Ciencia de la Cultura en la Facultad de Económicas y gestionará la cruz de Alfonso X el Sabio (505-506).

José Carlos Martín de la Hoz

Javier Varela, Eugenio d’Ors (1881-1954), ed. RBA ediciones, Barcelona 2017, 575 pp.