La esclavitud trasatlántica

 

El profesor Kenneth Morgan de la Universidad de Londres nos ofrece un documentado trabajo sobre la esclavitud  en América, donde se recogen los últimos datos y resultados de la investigación sobre la cuestión.

Lo primero que impresiona es la escalofriante cronología de acontecimientos que va desde el 3 de septiembre de 1501 que la corona castellana autoriza la introducción de esclavos africanos en las nuevas tierras americanas. En 1510 el rey Fernando, difunta la reina Isabel, autoriza el transporte de 50 esclavos negros a Santo Domingo, en América. Así se irá desarrollando el macabro calendario hasta que, finalmente, comienzan los procesos abolicionistas que culminarán, lentamente, con  la abolición de la esclavitud en el último de los países de América, la región del Brasil en 1888 (pp. 13-19).

Enseguida, llama la atención el gráfico que estudia la geografía de la trata de esclavos. Las sencillas líneas que dirigen la vida de millones de seres humanos capturados y entregados a morir y vivir como esclavos, arrancados de sus tierras, su familia y sus vidas, y llevados a morir en vida a miles de kilómetros (pp. 29-30). Pero todavía impresiona más,  las otras líneas que señalan las rutas de vuelta de los barcos, que regresan cargados con objetos materiales; maderas, oro, plata o animales. Todo eso ha sido el modo de pagar las vidas humanas (p.20).

Es interesante el número de páginas dedicadas a la bibliografía comentada, notas reunidas por capítulo al final del libro e índices, pues indican que ya hay abundancia de pruebas y de publicaciones al respecto.

Es más, en la medida en que se reúnan más estudios y sean más conocidos los argumentos y el desarrollo de la trata antes habremos aprendido una de las más importantes lecciones de la historia (220-286) y podremos continuar la tarea que queda por delante.

La abolición de la esclavitud tuvo luego una larga historia, hasta lograr la plena ciudadanía de los antiguos esclavos o sus descendientes. Es decir de la esclavitud al racismo había un paso y ese todavía tardó muchos años en darse. Incluso todavía sigue vivo en el imaginario de algunos y ya hemos llegado al siglo XXI y ha habido un presidente de color en Estados Unidos que cubrió dos mandatos (213).

Es muy interesante cómo el autor nos hace caer en la cuenta al final de su trabajo que en muchas zonas de la tierra como  en Asia y África continúan produciéndose muchas situaciones de verdadera esclavitud y de explotación del hombre por el hombre: “la explotación de las personas en una situación de falta absoluta de libertad sigue siendo un gran problema que aqueja a muchas sociedades en todo el mundo; un problema agravado porque la movilidad internacional es mucho más fácil de lo que fue hace un siglo, y que, para llegar a su fin, requiere una movilización, una vigilancia y una acción continua por parte de los activistas contrarios a la esclavitud” (218-219).

José Carlos Martín de la Hoz

Kenneth Morgan, Cuatro siglos de esclavitud trasatlántica, ed. Crítica, Barcelona 2017, 286 pp.