La España posible de Carlos III

 

Es interesante conocer en directo la visión histórica del filósofo y pensador Jualián Marias (1914-2005), discípulo de Ortega y Gasset y, en cierto modo, continuador y difusor de su inmenso bagaje cultural y humano, acerca de la época de Carlos III  y de la España posible que pdía construirse, tema de investigación que se ha propuesto en el marco del siglo XVIII en España y Europa, sin duda un problema muy complejo.

Precisamente, nuestro autor comienza su trabajo, hace ahora treinta años, recordando la dificultad de elaboración de una obra de conjunto sobre ese período, tanto por la escasez de autores de categoría, como de obras de ediciones críticas o de obras de maestros en esa época, o de autores reciientes, por lo que existe un cierto clima de provisionalidad (12).

Además, la propia escasez de autores representativos del período en la historia de la literatura, poesía, narrativa, teatro, como de libros de pensadores, teólogos, filósofos o juristas, o de novelistas, poetas o simples narradores, hace detenerse al investigador. Podría haber hecho muchas más referencias a Rafael Sánchez Blanco, Francisco Martí Gilabert, Antonio Mestre o Vicente Rodríguez Casado., pues todos ellos son maestyros en el tema

Tampoco podremos acudir al exterior para buscar ediciones de autores españoles en Europa, pues la ilustración francesa e inglesa es especialmente dura con la vida cultural e intelectual de España a la que tildan de atrasada científica y culturalmente (32)

Lógicamente, la marca historiográfica del periodo, la dictamina la expulsión de los jesuitas por parte de Carlos III en 1767, precisamente de l.a tierra que casi los vio nacer, pues aunque fueran fundados en Roma indudablemente tanto san Ignacuo como san Francisco de Borja y otros muchos de los primeros eran españoles. Finalmente, el papa Clemente XIV decretó la abolíción de la Compañia en 1773.

Quizás, debido a aquellas circunstancias tan desagradables e injustas, los autores de la Compañia de Jesús, que han marcado las pautas de la historiografía reciente de la  Historia de la Iglesia desde sus publicaciones y la facultad de Historia de la Iglesia de la Universidad Gregoriana, podrían desarrollar con rigor científico y con abundancia de datos la situación exacta de la Compañía en España de aquella época.

Fuera de anacronismos sin sentido vertidos, se podría hablar de “Ilustración católica”, puesto que Ilustración significa para él esencialmente innovación y creatividad, pues indudablemente la reforma económica y cultural desarrollada por los hombres de confianza de Carlos III fueron ilustrados, aunque atacaran a la Iglesia a través de la Compañía,  Finalmente, Juklián Marías repasa aunque someramente, algunas de las figuras de ilustrados que compaginaban sus investigaciones científicas, filosóficas o sus planteamientos culturales con las verdades de fe católica.

Como ha recordado constantemente Benedicto XVI desde el comienzo la Iglesia ha propiciado el diálogo entre fe y razón, como muestra la historia de la teología. En realidad aquellos fiósofos de la ilustración actúan como si Dios no existiera y constryen sus sistemas sobre la necesidad de un contrato social (Hobbes, Spinoza y Locke) y no sobre la ley natural y la naturaleza social dekl hombre creada por Dios (Domingo de Soto). Este libro muestra, una vez más, lo difícil que resulta adentrarse en la ilustración españiola, hasta el extremo de habver sidoi denunciada como tal ilustración por ser coherentemente católica y racional lo que a ojos de los ilustradsos franceses era una contradicción in terminis. En defintiva, ya lo afirma al comienzo de su obra Julián Marias hacer justicia a la razón historica (27).

José Carlos Martín de la Hoz

Julián Marias, La España posible en tiempos de Carlos III, ediciones Planeta, Madrid 1988, 199 pp