La ética de Jesús

 

El profesor de Teología Moral de la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Oporto, Jorge Cunha (1958), realiza en el trabajo que ahora deseamos presentar, un nuevo y renovado intento de explicar la vida en Cristo, es decir, la vida moral propiciada por el seguimiento de Cristo como regla moral.

Enseguida, nos señalará que este trabajo y el modelo de vida que plantea, no está dirigido solo a todos los cristianos de todas las latitudes, de todas las clases y de todos los tiempos, sino que desea abrirlo a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, aunque todavía no hayan recibido el don de la fe.

De hecho, distingue ética de moral, pues invita a los increyentes, a los que todavía no creen en Jesús como en nuestro Dios y en nuestro Salvador, pero que al menos le miren con atención para quedar impactados por su palabra y sus obras, como alguien increíble y de vida apasionada.

Los trabajos más recientes de la historiografía, en lo que se refiere a la historia de la teología moral, ponen de manifiesto una clara concordancia de ideas y de aportaciones de las diversas escuelas teológicas y sistemas filosóficos para subrayar la indudable belleza y hermosura de la vida de Jesús.

En ese sentido, el autor nos explica que esta obra nació de un profundo malestar, de un aparente fracaso, el de constatar que miles de hombres y mujeres que han leído el evangelio o han oído hablar de Jesús de Nazaret y han quedado prendados de su figura, luego no terminan de perseverar en su seguimiento, de ser fieles en el camino hasta la felicidad del cielo que es la vida en Cristo y de hablar con entusiasmo del ideal de ser cristianos (9).

Asimismo, nuestro autor desea hacernos una invitación a una relectura apasionada y serena de la Encíclica de san Juan Pablo II, el extraordinario documento denominado Veritatis splendor, publicado hace ahora 25 años (Roma, 6 de agosto de 1993), dirigido a todos los hombres y mujeres, para hablarles del esplendor de la verdad que es Cristo (17).

Enseguida afirmará que, en ese documento tan humano y divino, va a descender al detalle de la vida humana, a las cuestiones claves, como son el objeto moral, el fin y las circunstancias del acto humano, pues, añadirá: “la moralidad del acto humano depende primaria y fundamentalmente del objeto razonablemente escogido por la voluntad deliberada” (n.78).

Que Cristo está ahí, en el centro del corazón del hombre, nos demuestra una vez más que: “La verdadera realidad es invisible. Esto es especialmente válido cuando se trata del ser humano, pues su realidad está caracterizada por la invisibilidad de forma más evidente que en los otros entes. Pues bien, la realidad ética debe ser pensada desde este punto de partida” (19).

José Carlos Martín de la Hoz

Jorge Cunha, La ética de Jesús, ediciones sígueme, Salamanca 2018, 124 pp.