La filosofía de la historia

 

Jan Patocka (1907-1977), fue uno de los filósofos checos más importantes del siglo XX, formado en  la Sorbona primero y, luego, en Alemania con Husserl y, finalmente, estudioso de Heidegger. Sufrió la expulsión de su cátedra, primero por los nazis, después por los comunistas y, finalmente, después de la revolución de Praga de 1968. La obra que ofrece ahora ediciones Encuentro es un ciclo de conferencias en la clandestinidad, pronunciadas poco tiempo antes de morir (1973-1975).

La aportación de este filósofo a la filosofía de la historia es por una parte herética, en cuanto que no es marxista y rompe con el pensamiento único mantenido en ese momento en Praga por las autoridades universitarias que le han expulsado de nuevo de las aulas por tercera vez en su vida.

También son heréticas en cuanto a que se inclinan, en muchas páginas, a favor de Harendt (por ej., pp. 48 y ss.) en un momento en que esta filósofa era denostada por los judíos y, por tanto, por las autoridades culturales de la Europa y de Estados Unidos de ese momento.

Finalmente, también, fueron consideradas heréticas al disentir de su maestro Husserl en muchos momentos de su discurso (por ej., en la glosa del autor a su libro, pp. 208 y ss.). Es más la intención de Patocka es ofrecer una interpretación de su tiempo presente desde una comprensión de la historia basada, a su vez, en una clave antropológica de fundamentación fenomenológica.

Es importante su afirmación acerca de la fe cristiana y del sentido que Dios nos da a través de ella: "La interpelación del hombre por la palabra de Dios y la respuesta a esta palabra hacen retroceder la relación con el cosmos a un segundo plano y, finalmente, a que carezca de significación (…). La fe cristiana es un sentido que el hombre ciertamente busca, pero en modo alguno encuentra autónomamente.  Al contrario, el sentido es dictado desde aquel mundo. La toma de conciencia de la miseria del hombre, una miseria ella misma incapaz de crear sentido y de darse sentido a sí misma" (107).

Un poco más adelante señala. "Como solución a la crisis, Dostoievski propone volver al cristianismo bizantino y Nietzsche el eteno retorno. No obstante, el fundamento propio tanto del cristianismo como del redescubrimiento de la eternidad presupone la reiteración de algo que una vez fue una realidad: nos referimos al alma, entendida como aquello en nosotros que está en relación con aquel componente del universo que no perece ni puede perecer, como aquello hace posible la verdad, y el estar en la verdad, no del superhombre sino de la verdadera esencia y ser humanos" (140).

Aunque el autor no es creyente si es respetuoso con la fe cristiana y son acertadas su apreciaciones sobre la decadencia (156) y el trabajo humano, pues dice que una cierta práctica de la teología cristiana ponía el acento en que el hombre no estaba solo en el mundo para contemplarlo, sino también para "servir y actuar" (pp. 156 y 158)

José Carlos Martín de la Hoz

Jan Patocka, Ensayos heréticos sobre filosofía de la historia, ed. Encuentro, Madrid 2016. 214 pp