La idolatría del dinero

 

El profesor de Doctrina social de la Iglesia de la Universidad de la Santa Cruz de Roma y, actualmente, catedrático de Pensamiento Social cristiano, en el Centro de Estudios Católicos de la Universidad de Santo Tomás en Minnesota (Estados Unidos. USA), el doctor en derecho y teología, el austriaco Martin Schlag ha escrito un estudio clarificador y lúcido acerca de la historia de la relación entre el mensaje cristiano y la economía desde los comienzos de la Iglesia Católica.

Inmediatamente, en la segunda parte de su trabajo, se ha centrado en ayudar a comprender a la comunidad científica la apasionante figura del papa Francisco: un jesuita y un pastor argentino que ha llegado a la Sede de Pedro después de ser Provincial de los jesuitas en Argentina en plena Teología de la liberación y, después, de ser arzobispo de Buenos Aires en el momento final de los años de las dictaduras y la renovación del peronismo. Evidentemente, salta a la vista y es bien conocido por todos que el Espíritu Santo ha impulsado al Santo Padre Francisco a remover el sentido misional de la Iglesia y, así, desde el comienzo de su pontificado ha procurado despertar la fuerza apostólica, el empeño evangelizador, la ilusión por salir a las periferias y llevar el calor del cristianismo a todos los desfavorecidos, emigrantes y a todos los descartados.

En la tercera parte de su extenso trabajo, el profesor Schlag se ha detenido a desgranar casi meticulosamente las Encíclicas del Santo Padre para alumbrar las claves de ese compromiso pastoral por los pobres haciendo meditar a la Iglesia entera la parábola del Buen Samaritano (87), de modo que la Doctrina Social de la Iglesia sea aplicada de modo personal en la vida de los cristianos y a que se remuevan los principios de la economía mundial para para enderezarla hacia una economía social. Evidentemente, nos recuerda Schlag que la Teología de la liberación fue condenada por el Magisterio de la Iglesia por sostener “que sin un compromiso previo y preferencial por los pobres estamos lejos del Reino de Dios. Esto implica que la condición primera y fundamental para hacer teología es que el teólogo participe en la acción liberadora “(99). Evidentemente la teología de la liberación al utilizar el marxismo como herramienta filosófica para expresar las verdades de nuestra fe y hacer teología, traicionaba la más elemental de todas las verdades profundas del cristianismo y es que el compromiso por la caridad es previo al de la justicia.

Así pues, el papa Francisco desde su ministerio pastoral había buscado en la Doctrina Social de la Iglesia, como había hecho Juan Pablo II y Benedicto XVI, luces para encontrar caminos que llevaran al desarrollo de la dignidad de la persona humana. Esas luces están magistralmente expuestas en el llamado desarrollo integral (51).

José Carlos Martín de la Hoz

Martin Schlag, Contra la idolatría del dinero. Cómo entender el mensaje del papa Francisco sobre la economía, ed. Rialp, Madrid 2018, 268 pp.