La liberalización del franquismo

 

El interesante trabajo del Profesor Jesús M. Zaratiegui, Doctor en economía aplicada, sobre “El plan de estabilización español” (1959) recoge las intensas gestiones que se llevaron a cabo desde 1957 dentro de los ministerios de Comercio y Hacienda con las grandes autoridades de la economía mundial: el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, para poner en marcha un nuevo modelo económico que sacara al régimen de Franco de la situación de bloqueo y atraso (195).

El plan de estabilización, y el de desarrollo que se puso inmediatamente en marcha, supuso en la práctica la liberalización de la economía, la recuperación económica de España que se había quedado rezagada respecto al resto de los países europeos después del final de la Segunda Guerra Mundial. A la vez, supuso a la larga la desaparición del régimen de Franco, pues la liberalización económica conllevaba en la práctica la liberalización política en un régimen de libertades homologada al resto de los países occidentales ya en preparación de la Comunidad Económica Europea (165). Precisamente, esa plausible perspectiva política, el temor a las crisis sociales y conflictos laborales que implicaban los ajustes; el reajuste monetario de la peseta, la flexibilidad laboral, el paro, el problema de la inflación y el de los precios al consumo, llevaban a la constante indecisión de Franco y de muchos miembros de su gobierno (89, 147-148, 186, 192).

A la vez, a lo complejo de la situación, habría que añadir la constante falta de coordinación y de visión de los ministros de hacienda y de comercio que lejos de actuar coordinadamente, tenían una visión en muchos casos diversa y, en otros, abiertamente contradictoria y obstruccionista (183), no solo por divergencias científicas sino también políticas (91, 124, 128, 175-176): “la leyenda dorada del tándem Ullastres-Navarro constituye uno de los tópicos más simples y erróneos que se forjaron a través de los comentarios periodísticos” (177, ). Asimismo, el ministro de exteriores, Castiella, denunciaba una campaña de opinión pública en los países europeos y Estados Unidos contra el régimen franquista afirmando que la crisis era toral:” el caos financiero, crisis insalvable, de hambre y de penuria en las clases populares, de acentuación del injusto reparto de la riqueza” (95).

En cualquier caso, la aprobación del plan de estabilización, terminó por ser beneficioso para la economía española, aunque en aquellos primeros años de aplicación y ajuste, fuera considerado por algunos sectores, especialmente por los que padecieron los ajustes de manera especial, como “medicina amarga” (132), pues se esperaba paro, restructuración, subida de precios, etc. (185). Por otra parte, el Fondo Monetario Internacional apoyó las medidas tomadas por los técnicos españoles y aportó recursos financieros para llevarlas a cabo (138).

José Carlos Martín de la Hoz

Jesús M. Zaratiegui, Del rosa al amarillo. El plan de estabilización español (1959), ediciones Eunsa, Pamplona 2018, 305 pp.