La revolución de la letra impresa

 

Verdaderamente, si algo queda claro en el amasijo o centón de ideas que ofrece el profesor Marshall McLuhan y que hace que su obra sobre Gutenberg se siga leyendo con interés, son las insondables consecuencias de la aparición del libro en la cultura del final del medievo y en el comienzo de la modernidad.

El profesor canadiense McLuhan (1911-1980), tras su doctorado en Cambridge dedicó toda su vida universitaria tanto en Canadá como en Estados Unidos, en la época del final de la segunda Guerra Mundial, a la reconstrucción de la cultura occidental regresando al origen: el nacimiento de la imprenta y su impacto en la cultura europea y, posteriormente, en América.

Este magnífico tratado podría completarse por alguno de sus muchos discípulos que comentaran las increíbles posibilidades de la era digital, pues verdaderamente la civilización está girando de modo insospechado desde que tenemos acceso a navegar en la red y a todos los libros, música, videos, series y películas, interesantes del mundo y podemos leerlos, verlos, oírlos y aprender y gozar de ellos.

Las interesantes referencias a la libertad, al miedo al libro, en el siglo XVI, que se concretan en las primeras censuras de los reyes, antes que la Iglesia, muestran pues que se tenía miedo a que el pueblo aprendiese o pensara por su cuenta.

No nos olvidemos que los pueblos analfabetos tenían muy buena memoria, oído fino, y un extremado realismo: “se sienten inclinados a poner el mundo bajo su control, y muchas de sus prácticas están proyectadas para asegurar que la realidad se producirá de acuerdo con su mandato” (119).

En efecto, la excesiva libertad y las lecturas mal digeridas han llevado a algunos a comer tropelías, pero son muchos más los que se han enriquecido y han construido una nueva cultura y una nueva civilización.

No olvidemos que la imprenta y la difusión de los libros y la aparición de las bibliotecas hacía que se dejara de leer en voz alta, cada uno podía leer por su cuenta e incluso los libros dejaban de robarse en las bibliotecas (131).

Precisamente, en este tiempo que nos ha tocado vivir de cambio de cultura y de civilización, donde parece que toca a su fin la cultura que ha imperado desde el final de la Segunda Guerra Mundial, se atisba que va a surgir algo nuevo que será feminista, global y digital (338).

Es claro que nuestros mayores empezaron por copiar todo lo que tenían a mano en las grandes bibliotecas y aquello que les parecía que valía la pena conservar, por lo que los editores comenzaron a ser autores por la selección y por filtro de las obras insulsas o inconclusas (199).

José Carlos Martín de la Hoz

Marschall Mc Luhan, La galaxia Gutenberg, ediciones Galaxia Gutenberg, Barcelona 1993, 424 pp.