La Teología del siglo XX

 

El profesor Ordinario de Teología dogmática de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, Juan Luis Lorda, bien conocido desde hace muchos años tanto por sus numerosas publicaciones, como por sus intervenciones en medios de comunicación, conferencias y congresos, lleva desde el año 2015 publicando mensualmente un artículo en la revista española Palabra, sobre la Teología y las aportaciones de los grandes teólogos del siglo XX.

Esta noticia se ha ido extendiendo poco a poco y son cada vez más, los estudiosos que siguen con interés esas breves síntesis teológicas  y las aproximaciones históricas que quedan plasmadas en esta serie de artículos de alta divulgación.

Aunque son ya varios miles los que acceden directamente a los artículos a través de la web o en directo por la lectura de la revista impresa, vale la pena hacerse eco  de esta noticia, para que sean muchos más los que puedan beneficiarse de los conocimientos que allí se exponen.

Precisamente, acabamos de celebrar los cincuenta años de la clausura del Concilio Vaticano II, y aunque han sido muchas las publicaciones editadas en estos años para ahondar en los textos del Concilio, y en su interpretación, todavía queda mucho por decir: el marco histórico en el que se celebró, el desarrollo y el alcance de su doctrina y la recepción de sus contenidos en el mundo entero. Hay, por tanto mucho hecho, pero mucho más por hacer.

Respecto a los artículos del profesor Lorda, hay que resaltar el sencillo estilo usado, pues resulta cercano, es asequible, contiene algunas anécdotas y, por supuesto, son rigurosos desde el punto de vista histórico.

El método que utiliza es desgranar el perfil biográfico de  las figuras escogidas, entre los más importantes teólogos y canonistas del siglo XX, mientras comenta el conjunto de la obra escrita, todo ello bien enmarcado histórica y culturalmente.  Además, establece las relaciones entre ellos, las posibles influencias mutuas, y, sobre todo, la aportación al concilio Vaticano II, tanto directa como indirecta, a través de sus actuación como peritos, padres conciliares, expertos o por la influencia de sus obras.

También, periódicamente, interrumpe la línea de la exposiciones de los autores, como Ratzinger, san Juan Pablo II, Philips, Suenens, De Lubac, etc., para hablar de temas más generales, como han sido, por el momento, la teología de comunión, el movimiento litúrgico etc.

En suma, vale la pena comenzar a leer algunos de estos artículos, para quedar enganchado, aunque dentro de un tiempo podamos leer ya una obra completa del profesor Lorda sobre esta materia.

José Carlos Martín de la Hoz