La verdad histórica

 

Hay libros de memorias que son de verdadero interés pues a falta de la publicación de las fuentes correspondientes, de la necesaria perspectiva histórica y, finalmente, de los necesarios documentos, nos van adelantando el trabajo con la elaboración de líneas maestras del estudio y la investigación, para aproximarnos al acontecer histórico, sobre todo, en las cuestiones de mayor actualidad.

Asimismo, es de agradecer el esfuerzo editorial para publicar estos trabajos y de hecho están apareciendo libros de memorias, epistolarios, o el mismo género literario de conversaciones que, por ejemplo, está realizando ediciones PPC, mediante largas entrevistas con diversos teólogos importantes del siglo XX que con la ayuda de una persona autorizada logran verdaderas maravillas con el biografiado.

Deseamos ahora referirnos a la autobiografía del teólogo moralista español Marciano Vidal García (San Pedro de Trones, León, 1937), redentorista leonés, profesor Ordinario de Teología Moral de la Universidad Pontificia de Comillas y recientemente jubilado en sus clases, pero no en su extensa producción literaria y en la docencia a través de cursos y conferencias.

Es interesante comprobar, en casos como el que tratamos, que se puede conocer a fondo el pensamiento de un autor con sus propias palabras, pues como decía Balmes la verdad es la realidad de las cosas, y con este género de preguntas y respuestas se puede llegar a saber y a reconocer la verdad.

En nuestro caso, tras presentarse como el hombre de la renovación de la teología moral en España desde el final del Concilio Vaticano II hasta nuestros días, con su flamante catedra de moral con la tesis recién terminada en Roma (90-93), termina por reconocer que sus cursos de moral sexual y moral fundamental que tanto éxito tenían quizás no parecía que fueran del agrado de la congregación pues no fue sacada su cátedra a concurso y regresó a Madrid, quizás también por corresponder a las líneas aprobadas por la congregación o con la doctrina de la Iglesia (93).

Es interesante, por ejemplo, el pasaje donde describe con toda sencillez que dejó de dar clases en el seminario de Madrid: “al principio me fue bien. En mis dos últimos años de docencia empezaron a venir seminaristas provenientes de los llamados movimientos eclesiales (Opus Dei, Comunión y liberación, etc.). Las cosas comenzaron a ir mal para casi todos los profesores de la primera hornada. Era como si algunos alumnos estuvieran previamente amaestrados para hacerte en clase preguntas capciosas, saduceas” (96). La respuesta a este interrogante nos la proporciona nuestro propio autor cuando describe con pelos y señales el proceso al que fue sometido por la Congregación de la Doctrina de la fe (144-167), o cómo denigra la Encíclica Veritatis splendor en la que el Magisterio de la Iglesia reciente hacía un esfuerzo por iluminar las conciencias de quienes durante años habían sido sometidos a los planteamientos relativistas de determinados autores (121-125).

José Carlos Martín de la Hoz

Marciano Vidal, Conversaciones con Marciano Vidal, edición y preguntas a cargo de José Manuel Caamaño, ediciones PPC, Madrid 2016, 199 pp.