La verdad y el mosaico

 

La larga conversación mantenida por el historiador, escritor y, en esta ocasión periodista, el doctor por la Universidad de Yale, profesor Suleiman Mourad, con el ensayista y escritor, profesor emérito de la Universidad de California, Perry Anderson, resulta un verdadero logro y una buena aportación al conocimiento del islam, tanto en la antigüedad, como en el día de hoy, con la reciente guerra del Yemen o el problema del ISIS en Siria. En realidad, la clave del éxito de esta publicación, es algo bastante sencillo; dejar que dos expertos compartan sus conocimientos, buscando aclarar las dudas y la curiosidad del lector, eso sí un lector ya bastante enterado, pues en este trabajo se busca conocer el fondo de las cuestiones y no sólo una relación superficial o divulgativa de lo que es el islam o de su presencia en el mundo.

La palabra mosaico hace relación a una cuestión que habitualmente se suele pasar por alto y es que no existe una cabeza visible, ni tampoco un magisterio universal en el Islam. Es más, una de las mejores aportaciones del trabajo que estamos comentando sería haber reseñado la temprana aparición de las sectas en el Islam, su permanencia en la actualidad, las diversas tradiciones, la relación belicosa entre ellas y su verdadera atomización en el mundo actual. De hecho, nos recordará el Prof. Anderson: “El director de la Escuela de Derecho de la Universidad de Catar dijo una vez ante un público islámico que el único modo de derrotar al terrorismo islámico era entender su teología y producir otra que la contradiga. Mientras neguemos esto, no tendremos forma de ganarle al islam militante” (91).

Asimismo, mosaico hace referencia a la composición e interpretación del Corán. En primer lugar, afirmará con claridad que “no hay razón para dudar de que el Corán que tenemos hoy sea el compuesto en el 650, o para dudar de que refleje muy de cerca el Corán que le fue revelado a Mahoma y este les contó a sus seguidores” (22). Ahora bien, enseguida añadirá que “para los musulmanes el Corán no es de hecho la principal guía de conducta. Para la mayoría de los suníes, la que se impone es la Sunna del Profeta, difundida en recopilaciones masivas y complementada por un corpus aún mayor de opiniones emitidas por las grandes figuras iniciales sancionadas por el sunismo. (…). Los chiís siguen las enseñanzas de sus imanes, de quienes se cree que reciben inspiración directa de Dios” (33). Así pues, existen varias sectas, diversas interpretaciones de la sharía o ley islámica, como del modo de vivir los llamados cinco pilares del islam (35). En cualquier caso, es claro que lo importante es la fe en Dios y en Mahoma su profeta como repiten desde antiguo miles de veces los buenos musulmanes: “La teología del Corán hace referencia al momento, no a una postura uniforme durante veintidós años de diferentes experiencias y diferentes compromisos en La Meca y Medina” (34).

José Carlos Martín de la Hoz

Suleiman Mourad, El mosaico del islam. Una conversación con Perry Anderson, ed. Siglo XXI, Madrid 2018, 142 pp.