Las memorias de un sociólogo

 

El género literario memorias se ha prodigado extraordinariamente en nuestro tiempo, como anticipo de las fuentes documentales imprescindibles para hacer la historia. En esta ocasión comentaremos brevemente las memorias del profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona y sociólogo de la religión y traductor Joan Estruch i Gibert (1943), quien las aborda habitualmente en primera persona y en catalán, pues aunque estudiara y viviera principalmente en Barcelona, Lovaina, Menorca y Boston, en realidad la mayoría de sus trabajos de investigación y el ámbito de sus relaciones importantes están centrados en Cataluña.

El título “Creo recordar” hace referencia a un arranque de humildad y honradez pues, según nos cuenta él mismo al comienzo del libro, es habitual en la vida de las personas, como consecuencia de la edad, la tendencia a mezclar los recuerdos, tergiversarlos y deformarlos. Esta misma apreciación conviene conservarla en la memoria a la hora de utilizar los datos que aquí se aportan, pues esta es la condición básica para adoptar unas memorias como fuente.

Es interesante el pasado protestante de nuestro autor, que le llegó por parte paterna, pues su padre era Pastor de la Iglesia Reformada Episcopal y contable de una empresa textil en Barcelona, asunto clave en la vida y en la educación que recibió tanto en casa como en el liceo francés de Barcelona, lo que marcará su modo de abordarlas relaciones con los creyentes en general y a la Iglesia católica y sus instituciones en particular: un aire de desconfianza, que quizás como propedéutica para la sociología pueda servir, pero no para la búsqueda serena de la verdad (14-16, 36-37). También aportará a apuntalar la desconfianza el descubrir su formación universitaria que transcurrió en los años del mayo del 68 y en la situación peculiar en Cataluña contra el franquismo mezclado con la vehemente recuperación del sentimiento nacionalista: lengua y cultura en catalán.

Es interesante, finalmente, los contactos con jóvenes protestantes y católicos y su participación en los movimientos ecuménicos que nacieron en los años sesenta en Cataluña, eran los tiempos del concilio y de vitalidad de la Iglesia en Cataluña (41-43), pero también fueron los de sus estudios de Sociología religiosa en Lovaina, con una beca del Consejo Mundial de las Iglesias en 1966  (71), la crisis del fenómeno de la contestación (79) y los del abandono de la Iglesia protestante del autor (46), aunque sin dar el paso a hacerse católico (96, 176, 177).

Dedicará mucho espacio el autor, teniendo en cuenta el tamaño del libro y el volumen de publicaciones, a comentar su investigación sociológica  acerca del Opus Dei (132-137). El fracaso de su trabajo se debe a la desconfianza habitual con la que trabaja como método sociológico (172-173) y, por tanto, con que lo abordó el estudio de una Institución de la Iglesia Católica sin conocer suficientemente ni la teología, ni la historia de la Iglesia o la historia de la teología y finalmente por su recelosa relación con las personas, del Opus Dei o no, a las que acudió para buscar fuentes

José Carlos Martín de la Hoz

Joan Estruch y Gibert, Crec recordar. Memòries, Fragmenta editorial, Barcelona 2019, 186 pp.