Límites morales de la economía

 

El premio nobel de economía del 2014, Jean Tirole (1953), presidente de la escuela de negocios de Toulouse, ingeniero, economista, investigador, profesor y miembro de la Academia Francesa en ciencias morales y políticas, ha reunido en un grueso volumen sus intervenciones dispersas en diversas publicaciones, acerca de diversas materias relacionadas con la economía y su desarrollo en el siglo XXI en un grueso volumen, del que ahora vamos a ocuparnos

En primer lugar, es llamativo lo variado de los temas abordados en estos trabajos, pues, aunque la perspectiva económica esté verdaderamente presente en amplios aspectos de la vida personal y social de los hombres y afecte a nuestras vidas y a nuestras relaciones personales, de amistad o familiares, no de deja de ser llamativo cuando se comprueba en la práctica (79).

Lógicamente la profundidad y la aportación de nuestro premio nobel a los temas tratados variará enormemente en el modo de abordar las diversas cuestiones; desde apreciaciones de sentido común a cuestiones de gran altura y calado. Otras veces, se limitará a defenderse de la crisis económica del 2008 (83).

Hay una cuestión, entre las muchas que trata nuestro autor, que nos ha llamado particularmente la atención, y en la que vale la pena detenerse, aunque sea brevemente, me refiero a lo que denomina el Prof. Jean Tirole “los límites morales del mercado”.

En primer lugar, se refiere a cuestiones cuyo juicio moral ha ido variando con el tiempo, como “el seguro de defunción o el interés que remuneraba el ahorro se consideraban inmorales; hoy en día, las soluciones que muchos economistas preconizan para vencer el desempleo o al calentamiento global se siguen considerando a veces inmorales, aunque la opinión pública ha evolucionado algo en las tres últimas décadas”. Inmediatamente añadirá: “a veces se enarbola la bandera de la indignación para imponer los propios juicios de valor y reducir la libertad de los demás” (49).

Evidentemente, hay cuestiones culturales que se van clarificando con el tiempo en la medida en que se profundiza más acerca de la dignidad de la naturaleza humana, del respeto de la vida humana y de la ley natural impresa en nuestros corazones y acorde con la ley eterna que recuerda el designio del creador.

Asimismo, el propio desarrollo de la vida humana, la globalización y la mundialización de la economía, las corrientes migratorias y tantas nuevas cuestiones que van surgiendo en la vida humana, plantean problemas de ética personal y de ética social, en los que se hace necesario formar la propia conciencia en el conocimiento de la ciencia moral, purificar la intención y buscar el bien común por encima del bien personal o familiar.

José Carlos Martín de la Hoz

Jean Tirole, La economía del bien común, ed. Penguin Random House, Barcelona 2018, 577 pp.