Los maestros del XVI

 

El reciente volumen publicado por ediciones cátedra, que recoge un libro colectivo escrito por 36 grandes historiadores como homenaje al catedrático de historia moderna de la Universidad autónoma de Barcelona, el valenciano Ricardo García Cárcel, con motivo de su llegada a la edad de la jubilación, tiene como objetivo la presentación práctica de la figura y la importancia del maestro en la vida universitaria, así como de determinadas orientaciones bibliográficas, búsqueda de libros y ensayos que provocan la creación de la verdadera mentalidad universitaria.

El resultado de los numerosos trabajos y nombres de maestros que aparecen citados en ese volumen homenaje al profesor Ricardo García Cárcel, es muy interesante tanto cómo la aparición natural de las relaciones universitarias, las sinergias positivas y, sobre todo, un apasionante y amplio panorama de maestros y libros que más han influido en los grandes historiadores del siglo XX y comienzos del XXI principalmente en España y Francia.

En primer lugar, como es lógico, deseamos hacer mención de la más importante de las aportaciones de García Cárcel, es decir al conocimiento de la Inquisición, que se encarga de desarrollar la propia de Doris Moreno, coordinadora de la edición y discípula de García Cárcel con quien ha publicado importantes obras sobre sobre la Inquisición Moderna en España. Es interesante la explicación de cómo la fue introduciendo en la materia y cómo verdadero maestro, supo dirigirla en una investigación más allá de los casos concretos: “opté por abordar los mecanismos de poder social, tanto internos como externos, de la Inquisición, interesada fundamentalmente en cómo se impone la norma y cómo se resiste” (129).

Inmediatamente, hemos de destacar la aportación de la profesora Pastore autora desde fuera de España de uno de los mejores equipos de investigación sobre las mentalidades y la cultura generada por la inquisición. Es interesante que cuando habla de su relación con el maestro García Cárcel afirma: “hay una obsesión en particular que hemos compartido: aquella en torno a «la España que no pudo ser». Aquel era según Ricardo el único título que debería haber dado a mi tesis y después a mi libro sobre las resistencias a la Inquisición española” (135).

Asimismo, Enrique García Hernán. Investigador del Consejo y uno de los autores más importantes de la historiografía contemporánea sobre el siglo XVI, redacta unas páginas sobre Bataillón y sobre García Villoslada que merecen la pena ser leídas, pues abren horizontes serios y nuevos. Por ejemplo, cuando dice que García Villoslada “considera que Bataillón mira siempre en una sola dirección, por eso concluye que cuando se estudien mejores figuras como Hernando de Talavera, Francisco de Cisneros, Tomás de Villanueva o Juan de Ávila, se comprobará que no fue solamente el erasmismo la principal contribución a la construcción de la cultura universal de España durante el siglo de oro” (220-221).

José Carlos Martin de la Hoz

Doris Moreno (coord.), Diálogos con la historia. Ricardo García Cárcel y el oficio de historiador, ed. Cátedra, Madrid 2019, 332 pp.