Lutero y el luteranismo

 

Con motivo de la publicación, hace ahora quinientos años, en la pequeña localidad universitaria de Wittemberg, al Oeste de Alemania (entonces habitada por unos 3.500 habitantes), de las famosas tesis del profesor de Escritura, Martín Lutero, comenzó un tiempo de zozobra intelectual, religiosa y social, que se extendió por toda Alemania y cuyas repercusiones todavía sentimos. Aquellos hechos aportaron luces y sombras, que ediciones Rialp desea recordar con la publicación de este breve pero interesante trabajo conmemorativo.

Los profesores Pablo Blanco y Joaquín Ferrer, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, nos presentan en este trabajo tres ensayos juntos; el primero consiste en una síntesis completa del pensamiento del Reformador  Martín Lutero (1483-1545).

En segundo lugar, aportan un resumen sintético pero muy acertado de la teología del protestantismo y de la historia, vida y pensamiento de los promotores y de las diversas iglesias y comunidades surgidas de aquella primera reforma.

Finalmente, los autores nos proporcionan un resumen de los documentos ecuménicos magisteriales de la Iglesia Católica más importantes y un resumen de la situación actual de la cuestión del ecumenismo con las comunidades luteranas y evangélicas.

Precisamente en la introducción al trabajo, para recordar el carácter eminentemente ecuménico de esta celebración, los autores vuelven a la historia del documento del 31 de octubre de 1999, aniversario del inicio de la reforma, “cuando católicos y luteranos firmaron un documento para poner punto final a un enfrentamiento doctrinal que se había iniciado 482 años antes, cuando Lutero clavó supuestamente sus famosas 75 tesis en la puerta de la iglesia palatina de Wittemberg. La doctrina de la justificación constituye el tema teológico fundamental que está en la raíz de aquel enfrentamiento del reformador alemán con la autoridad de la Iglesia” (10). Y añaden como este documento “fue desbloqueado por el entonces cardenal Ratzinger (1927) y el obispo luterano Hanselmann (1927-1999), en el anterior mes de noviembre. Se encerraron en la casa del antiguo profesor de teología en Pentling, hasta llegar a una fórmula aceptable para ambos” (11).

Efectivamente, la elección del cardenal Ratzinger como Santo Padre en el 2004 con el nombre de Benedicto XVI, ha supuesto un impulso importante en el ecumenismo, tanto para el mutuo entendimiento como para la superación de desconfianzas, a veces más perniciosas para el camino de la unidad que las cuestiones dogmáticas.

De hecho los autores recogen unas palabras del cardenal Koch, Presidente del Pontificio consejo para la promoción de la unidad de los cristianos y del profesor luterano Harding Meyer del Instituto de investigación ecuménica en Estrasburgo sobre la necesidad de un documento conjunto acerca de “la Eucaristía, el ministerio y la eclesiología”(12).

José Carlos Martín de la Hoz

Pablo Blanco y Joaquín Ferrer, Lutero. 500 años después, ed. Rialp, Madrid 2017, 191 pp.