Por el ojo de una aguja

 

El profesor de origen irlandés Peter Brown (Dublín 1935), emérito de Princeton es muy reconocido entre los historiadores del imperio romano y, por supuesto, en sus estudios acerca del periodo de la decadencia y, por supuesto, por la entrada de los pueblos llamados bárbaros, pero sobre todo por la extraordinaria biografía que redactó acerca de la inmensa figura del santo obispo de Hipona, san Agustín y de otros interesantes trabajos de aquella época.

Verdaderamente, el trabajo que ahora nos ofrece Brown, es un auténtico monumento a la investigación e interpretación histórica, auténtica reflexión y estudio de la recepción del mensaje evangélico de la pobreza (“Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos” Mt 19,24), en la vida de la primera comunidad cristiana y de la nueva sociedad que fue surgiendo en la cuenca del mediterráneo desde el siglo IV.

Ha recabado diligentemente información solvente acerca de la vida económica de esa época, ya que, aunque no sea abundante ni por supuesto muy completa, en cualquier caso, se ha trabajado y cribado con extensión, cuidado, solvencia, dedicación y profundidad una interpretación de esos datos, resulta de un gran interés y, por supuesto, de actualidad.

Es claro que la santidad de vida que Jesús exigía a sus fieles, para poder tener el corazón libre y poder volar hacia el amor, pudo ser entendido entre los discípulos con toda su exigencia y radicalidad, así como en la verdadera dedicación a los más necesitados en su camino por el amor a las pobres.

Es interesante y aleccionador para el futuro, pues hay suficientes pistas para constatar cómo los hombres pueden sucumbir al amor desordenado a las riquezas, pero también, queda claro, que esos mismos hombres se pueden convertir y volver a mirar hacia delante, desprenderse y vivir con gozo moral.

Precisamente, en el comienzo de la libertad de movimientos de la Iglesia, con la desaparición de las persecuciones y la entrada masiva del pueblo soberano, muchas veces con falta de preparación previa a la Iglesia, llevó a una verdadera caída de tensión y de verdadera vibración espiritual. Es el momento histórico en que se subraya la necesidad de una vuelta a los orígenes.

Indudablemente, influyó también la falta de rectitud de intención de algunos y la indudable falta de exigencia en la predicación de los pastores, pero también, los textos de Brown muestran cómo la verdad del Evangelio brilló con toda intensidad como proclaman los miles de monjes en los desiertos de la Tebaida, donde buscaron imitar a Cristo en los cuarenta días del desierto, así como, también lo hicieron, los miles de cristianos que vivieron su fe en las grandes ciudades.

José Carlos Martín de la Hoz

Peter Brown, Por el ojo de una aguja. La Riqueza, la caída de Roma y la construcción del cristianismo en Occidente (350-550 d.C), ediciones Acantilado, Barcelona 2016, 1224 pp.