Salvador Canals. Una biografía inmersa en la vida ordinaria

 

La biografía de este hombre es parte de la historia de la Iglesia en el siglo XX encarnada en una trayectoria personal. El historiador Alfredo Méndiz, del Istituto Storico san Josemaría Escrivá ha investigado archivos y obras de este jurista en la Rota romana. Una biografía que abarca desde su nacimiento en 1920 hasta 1975 cuando falleció.

¿Quién es Salvador Canals?

Son unas décadas decisivas para las relaciones de la Iglesia con el mundo actual, durante las cuales él mismo y otros trabajaron durante años con mucha ilusión y espíritu de servicio, encarnando aquello de la santificación en la vida ordinaria.

Se trata de una obra bien escrita y documentada con rigor histórico, fruto de una extensa investigación desde las fuentes. Se puede leer con facilidad que suscita interés, en particular para quienes han vivido esos años centrales del siglo XX, y conocen o desean conocer el desarrollo vital y jurídico del Opus Dei. Satisface plenamente la curiosidad por descubrir las dificultades y logros de algo plenamente aceptado hoy: la llamada universal a la santidad para todos los fieles bautizados en Cristo Jesús. Sin olvidar que la enseñanza actual de la Iglesia y la convicción de muchos es sólo primer paso, pues se trata de experimentarlo mediante el discernimiento de la vocación personal y el desarrollo de una formación permanente, que impide el aburguesamiento y también el individualismo, como vemos en la vida de Canals.

Ha servido como un buen sacerdote

El joven Salvador participó en la inquietud espiritual por ser coherente con la fe participando activamente en el desarrollo de la sociedad; vivió la Guerra en Madrid; fue candidato a jesuita; encontró luego su vocación al Opus Dei en 1940 mientras estudiaba Derecho. Los estudios le llevaron a Roma en 1942 donde vivió la Segunda Guerra mundial, y contribuyó a la implantación del Opus Dei primero en Roma y luego en Italia colaborando con Álvaro del Portillo y san Josemaría.

Será ordenado sacerdote en 1948 y participará activamente en el Vaticano II, trabajado desde años antes en el desarrollo de las «formas nuevas» en la Iglesia, por ejemplo, ayudando a la configuración jurídica de instituciones como las Misioneras Diocesanas o el instituto secular Schoenstatt. Fue nombrado auditor del tribunal de la Rota romana, dejando una huella profunda de ayuda y amistad en muchas personas. Son numerosas las sentencias rotales como ponente y auditor; escribió artículos en las revistas de Derecho Canónico; fue director de la revista de pensamiento católico Studi Cattolici; también miembro impulsor de la Pontificia Comisión de Cinematografía, etcétera.

Al conocer esta biografía de Canals el lector descubre a un gran intelectual, un buen gestor, un hombre de Curia, amigo de muchos profesores y cardenales, y en la razón de todo un hombre fiel del Opus Dei, que gastó su juventud y madurez sirviendo a la Iglesia. Supo hacer del trabajo ordinario algo extraordinario, como aprendió de san Josemaría.  

Jesús Ortiz López

Alfredo Méndiz.Salvador Canals.  Rialp, 2019, 461 págs.