Un camino incierto

 

Desde hace ya unos seis meses se está sirviendo en todas las librerías importantes del país, uno de los mejores volúmenes de carácter histórico general publicados en lo que va de año y que, además de ocupar un volumen respetable, ofrece al lector abundantes fotografías, mapas y, finalmente, una extensa y cuidada biografía.

Vale la pena detenerse en esta obra, pues está marcando un estilo de documentación, escritura y de rigor profesional, en trabajos de historia reciente que, en este caso, versará sobre la historia de la vieja Europa desde el final de la Segunda guerra Mundial hasta nuestros días. Así que vamos a detenernos, aunque sea brevemente a comentar algunos detalles sobre esta obra.

Inmediatamente, hemos de señalar que se trata de una obra de carácter general sobre Europa en su totalidad y que ha sido realizada brillantemente por el profesor inglés Ian Kershaw, catedrático de Historia de la Universidad de Shelfield, bien conocido en los ámbitos historiográficos contemporáneos por su monumental obra sobre Hitler, editada en Península en el 2010.

Precisamente, porque se trata de Europa, quedará claro y manifiesto a lo largo de las páginas y según vaya desarrollando las diversas cuestiones, la evolución de los problemas europeos del periodo, en la unidad y repercusión entre ellos. Es decir, existe una siempre como una música de fonio que son las alianzas entre Francia, Inglaterra y Alemania, como las claves para la construcción de una Europa unida y fuerte.

Que hable en primer lugar de ascenso, tendrá mucho que ver con las relaciones identitarias de la futura vida comunitaria: la gran bonanza económica que se produjo en los países del bloque occidental desde 1950 hasta la crisis del petróleo de 1973: lo que denominará nuestro autor como los buenos tiempos (157). Evidentemente, la consolidación de la Comunidad Económica Europea fue la culminación del gran auge de la sociedad del bienestar, La OTAN, la incorporación de las dictaduras a la CEE: triunfos de la democracia (320)

La aportación de san Juan Pablo II en el rejuvenecimiento de la Iglesia en el mundo entero y, en concreto, en los acontecimientos de la caída del muro de Berlín y, en general, en el derrumbe del sistema comunista, están recogidos por la historiografía actual y son superiores a lo que el autor apunta (304).

En cualquier caso, vale la pena leer con suma atención las páginas dedicadas a la situación de la URSS y de la nueva Rusia, la incorporación y tratamiento de la vida democrática de los países del Este, la caída del muro de Berlín y la guerra de los Balcanes. Los vientos de cambios del Este (341).

Finalmente, las incertidumbres que se vislumbran de futuro, con problemas como la inmigración y su incorporación a la vida real y las crisis económicas globales, son los caminos inciertos que el autor señala en el subtítulo de su obra. Falta una clave cultural.

José Carlos Martin de la Hoz

Ian Kershaw, Ascenso y crisis. Europa (1950-2017). Un camino incierto, Ediciones Crítica, Barcelona 2019, 680 pp.