El americano tranquilo
La novela se sitúa en Vietnam en la década de 1950. Políticamente está en juego la independencia del país, la pérdida de influencia de Francia en aquel territorio de Asia y los primeros intentos de los EE.UU por extender su hegemonía.
Los personajes principales son un corresponsal británico, Thomas Forwler, que ejerce de narrador de la historia; un agente de los servicios secretos americanos, Alden Pyle, y una muchacha de la región, Fuong, cuya compañía se disputan los dos anteriores.
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Comentarios
En El americano tranquilo
En El americano tranquilo -o impasible- nos encontramos ante el problema de la nueva traducción de una novela que modifica el título con el que la obra era conocida hasta ese momento. No estoy de acuerdo con una modificación que no aporta nada -salvo vanidad al traductor- y confunde a los lectores.
La obra se sitúa en Vietnam, alrededor de 1950. El país era todavía una colonia francesa, pero se había iniciado una insurrección anticolonial de inspiración comunista. Después de la Segunda Guerra Mundial los americanos se oponían a los colonialismos francés y británico, pero estaban dispuestos a enfrentarse militarmente al comunismo en los mismos escenarios en los que se habían producido las guerras coloniales. Una especie de neocolonialismo ideológico. Es lo que ocurrió entonces en Vietnam y se repite hoy en el conflicto con el islamismo.
El americano tranquilo es Alden Pyle, un empleado de la Misión de Ayuda Económica americana en Vietnam, que es en realidad un agente de inteligencia. Pyle procede de Boston, de una familia distinguida y es escrupulosamente honrado en su vida diaria, lo cual contrasta con su actividad como espía, que le lleva a actuar como intermediario en crueles actividades militares y terroristas. Su contrafigura en la novela es Thomas Fowlder, un corresponsal británico de mediana edad, cínico y algo mujeriego, que ya está de vuelta de muchas cosas, entre otras de la guerra sobre la cual informa.
Graham Greene ironiza sobre la honradez natural de los americanos, que contrasta con su falta de principios en las actividades políticas y militares en el exterior. En ésta y otras novelas el autor incide en los conflictos morales, humanos e incluso religiosos que afectan a sus personajes. Podemos pensar que hay mucho de autobiográfico en ello. En El americano tranquilo Thomas Fowlder es trasunto del mismo Greene, que fue periodista, agente de inteligencia británico y permaneció años en Vietnam.
La novela me ha gustado más que cualquier otra que haya leído del mismo autor.
La novela no está mal construida. Es amena. Pero la problemática psicológica y moral del protagonista no resulta demasiado creíble. La recuerdo como una novela fallida, que pudo ser y no fue.