El hombre que fue Chesterton

Descubre la figura de Chesterton en una biografía que repasa la vida de este intelectual victoriano amante de la polémica. Esta biografía es seductora porque también lo fue Chesterton, un periodista que alimentó durante toda su vida la pasión por la política y la historia, la literatura y la filosofía, el cristianismo y la familia. Le tocó vivir entre 1874 y 1936, en el Londres de la época victoriana y de la primera guerra mundial, donde bullían Bernard Shaw y H. G. Wells, el socialismo y el capitalismo, las tesis de Marx y Malthus, de Freud y Nietzsche, de Comte y Darwin. 

Amante de la polémica y el debate, con su deslumbrante forma de hablar y de escribir entró como un elefante en la cacharrería de esa modernidad. Pero solo tuvo amigos, pues su bondad y su sentido del humor fueron tan grandes como su corpulencia y su apetito. Conocer a Chesterton es una necesidad y un placer, porque sus argumentos son la mejor artillería, pesada y ligera, para estos tiempos de posverdad.

Interesante semblanza de Chesterton seguida de unos comentarios sobre su pensamiento.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2017 Ed. Palabra. Madrid.
272
978-84-9061-561

Edición en rústica, manejable.

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Imagen de Azafrán

José Ramón Ayllón escribe una biografía que tiene mucho de ensayo pues no se limita a contar la vida del periodista, conferenciante, lector infatigable, Chesterton, sino que además presenta de manera sucinta y extremadamente completa, el contenido de sus principales obras.

Dice Ayllón de Chesterton que poseía la extraña cualidad intelectual que le permitía absorber todo lo que leía, entendiéndolo en profundidad y asumiéndolo de tal suerte que podía resumir en pocas palabras las ideas principales y aplicarlas a sus escritos y conferencias. Viajero infatigable, acudía a donde le llamaban para escuchar sus discursos y con su oratoria se pagaba los viajes. Así recorrió los Estados Unidos y Canadá, Palestina y algunas ciudades del viajo continente. Todos quería escuchar a este hombre de risa fuerte y voz atronadora que era capaz de devolver el orden al universo de las ideas y llevar la contraria con humor a los pensadores contemporáneos suyos que no tenían tan claro el lugar del hombre en el mundo o su posición frente a la existencia de Dios.

Personalmente, recorrió el camino que va del agnosticismo al catolicismo en una época, 1874-1936, en la que muchos europeos hicieron el contrario para terminar en el comunismo ateo. Chesterton también fue escritor y Ayllón presenta, en esta biografía, las ideas principales de su obra, no como meros resúmenes, sino incardinándolas en la propia biografía y como resultado de las vivencias de este hombre amigo de sus amigos y magnánimo con sus contrarios.

Ayllón presenta a Chesterton en su contexto social, en un Reino Unido donde se codea intelectualmente con otros disidentes del anti catolicismo europeo, tales como Alec Guinnes, T.S. Eliot, C.S. Lewis, Evelyn Waugh, Christopher Dawson, Dorothy Sayers, Ronald Knox… y otros posteriores en el tiempo que se han alimentado de su obra como Joseph Pearce, por ejemplo.

Ayllón recoge también, además del título de las obras de Chesterton y de una sucinta exposición de las mismas, algunas frases de Chesterton que funcionaron como titulares en la prensa de la época, pues no tenemos que olvidar que hablamos de un excelente periodista, director de un periódico y conferenciante, como, por ejemplo:

  • “Sentimentales y progresistas tienen razón al esgrimir que en toda familia hay problemas, pero se equivocan al pensar que los problemas se disuelven cuando se disuelve la familia.”
  • “La familia realiza por amor un trabajo social necesario, imposible de realizar por dinero.”
  • “La institución del matrimonio no hace otra cosa que respetar la decisión de dos personas libres, tomando en serio su palabra.”
  • “Siempre me ha parecido que la vida es, ante todo, un cuento. Y esto supone la existencia de un narrador.”
Imagen de cattus

Jugando con el título de una obra de Chesterton (El hombre que fue jueves), José Ramón Ayllón nos ofrece una semblanza del gran escritor y polemista inglés (1874-1936), en la que destaca su entorno familiar (su mujer, sus padres, su hermano) y cultural, con grandes figuras del pensamiento, de la literatura, del periodismo, y ese optimismo radical de Chesterton, que se acrecentó al convertirse al catolicismo, así como una capacidad de trabajo infatigable. En la segunda parte del libro, el autor nos ofrece una buena síntesis del pensamiento de este intelectual inglés. Libro ameno, muy sugerente, para un público amplio y muy actual, porque la crisis de occidente viene de lejos y Chesterton supo adelantarse con lucidez a muchos problemas actuales y dar respuestas valientes desde una pespectiva cristiana. Un acierto.