La niña que iba en hipopótamo a la escuela

Encantador relato sobre los años de la niñez. Escrita en primera persona, esta novela narra el año que Tomoko, una chica de 13 años, pasó en casa de sus tíos en Ashiya después de la muerte de su padre, a fin de que su madre pudiera acabar sus estudios de costura en Okayama. En el hogar de sus tíos, una casa de tipo occidental en los aledaños de los montes Rokko, vivían, además del matrimonio, su prima Mina, algo más joven que ella y enferma de asma crónica, la abuela de esta, Rosa, alemana de nacimiento, y el ama de llaves y cocinera, la Sra. Yoneda. La mascota de la casa, Pochiko, es un hipopótamo enano hembra, procedente de Liberia, que formaba parte de un pequeño zoológico en la casa del padre de Mina, presidente de una fábrica de refrescos. Mina va al colegio sobre los orgullosos lomos de Pochiko, que recorre con parsimonia las cuestas de Ashiya.

Al igual que sucede en La fórmula preferida del profesor, el libro rezuma poesía en los pensamientos y las conversaciones de las dos niñas, en su modo de ir descubriendo la vida, en su aprecio de los valores positivos y en su defensa intuitiva frente a las situaciones potencialmente negativas o incomprensibles. Las estaciones del año, el descubrimiento de los libros y de las relaciones, la mansa presencia de la mascota y la atención de la enferma, en torno a la cual se desenvuelve toda la vida familiar, hacen de la estancia de Tomoko en Ashiya una época inolvidable, que se refleja en los pequeños recuerdos que se lleva al final del curso escolar, sobre todo la historia, escrita por Mina, de una niña que recogía estrellas fugaces en una botella.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2020 Funambulista
416
978-84-9660-198-7
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3
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Comentarios

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(De JavierCanals) A pesar de lo que pudiera parecer a primera vista, y de forma similar a El Principito, no se trata en realidad de un libro infantil, sino de un relato inspirador, con numerosos elementos positivos, presentados con el tempo relajado de las obras de Ogawa.