La Reina de las Nieves (edición ilustrada)

Nueva edición bellamente ilustrada del cuento clásico de H. C. Andersen (1805-1875). Considerado como uno de los mejores relatos del autor danés, se publicó por primera vez en 1844 en una colección de nueve historias titulada Nuevos Cuentos, que tuvieron un éxito inmediato. En el argumento, dividido en siete partes o capítulos, se plantea la eterna lucha entre el bien y el mal unida a la historia de una gran amistad. Así, en la primera parte (I), se narra que un trol maligno fabricó un espejo mágico en el que todo lo bueno y lo bello se transformaba en feo y malo; su soberbia era tan grande que quiso subir el espejo al cielo para burlarse de Dios y los ángeles, pero en su ambicioso intento el espejo se rompió en miles de partículas diminutas que cayeron sobre la Tierra. En la segunda parte (II), el relato muestra la gran amistad entre dos niños buenos y alegres: Kay y Gerda. Pero un mal día, Kay sintió un pinchazo en el corazón y una pizca afilada del espejo se clavó en su ojo, y ya nada fue como antes. Arrastrado por la Reina de las Nieves, de corazón helado, Kay desaparece de la ciudad; y entonces Gerda comienza la búsqueda de su amigo, una especie de viaje iniciático en el que va viviendo diferentes aventuras: en el jardín de la maga (III), en el palacio de los príncipes (IV), en el bosque de los bandoleros (V), en las casas de las mujeres lapona y finesa (VI) y la llegada al país de la Reina de las Nieves (VII). En todas estas historias, tanto las personas como los animales ayudan a Gerda en su difícil viaje porque reconocen su valor y su generosidad: “Su poder no se lo damos nosotros, sino que radica en su corazón, por ser tan dulce y cariñosa” (p. 67).

En esta edición, se presenta el texto original y completo de Hans Christian Andersen, que escribió poemas, novelas y textos teatrales, aunque es célebre en todo el mundo por sus maravillosos cuentos, como El patito feo, El traje nuevo del emperador, El soldadito de plomo, La pequeña cerillera, La Reina de las Nieves y un largo etcétera. Así pues, esta obra tiene el atractivo de poder leer el texto íntegro y disfrutar de las preciosas ilustraciones  de Aliocha Gouverneur (París, 1987). Influenciado por el simbolismo y el art nouveau, en sus dibujos da rienda suelta a su gusto por el contraste entre la belleza glacial del invierno, con fondos negros y apagados (el mal),  y los vivos colores de las flores deslumbrantes, pero también entre la muerte y la vida que atraviesan este cuento.