Leonor de Aquitania (Pernoud)

Las cronicas fechan su nacimiento entre 1120 y 1122. Pero cuando Leonor, la heredera de Aquitania, se desposa con el futuro rey de Francia es ya una joven segura de si misma a la que no intimidan barones ni prelados, senores ni vasallos. Es bella como una hechicera, altiva, culta e intrigante. Domina su epocha: el siglo del esplendor del arte romanico y del nacimiento del gotico, se la caballeria y de la emancipacion de las ciudades burguesas, "el gran siglo de la lirica cortes, con los trovadores en el sur y en el norte, los comienzos de la literatura novelesca, Tristan e Isolda y las creacionones de un Chretien de Troyes". Leonor de Aquitania ejercio su influencia en el ambito politico y el social. Fue dos veces reina, madre de dos reyes, desafio al mismisimo emperador, amenazo al Papa y goberno su doble reino con clarividencia. Hasta el fin sus dias - y murio en edad avanzada - conservo intacta su curiosidad intelectual. Fue une reina vigilante e inabatible, en su corte florecio la lirica trovadoresca, inspiro toda una oleada poetica y por ello se llamado reina do los trovadores.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1995 Salvat
272
2009 Acantilado
332
978-84-92649-10
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Imagen de Azafrán

Régine Pernoud (1909-1998) fue una historiadora francesa. Fruto de sus investigaciones escribió este libro que tiene más de documento histórico que de novela.

La vida de Leonor de Aquitania sorprende no sólo por la encrucijada histórica en la que se desenvuelve sino también por la personalidad de esta mujer que fue tres veces reina, madre y abuela de reyes y reinas.

Leonor de Aquitania nace en 1120 y 17 años después celebra sus bodas en la catedral de Burdeos con el heredero de Francia, Luis VII, descendiente del Duque Hugo Capeto.

Los primero años de reinado de Luis y Leonor son años de acciones violentas para someter a los feudos que causan muertes y sufrimiento al pueblo (incendio de la iglesia de Vitry). Leonor parece una joven apasionada y caprichosa que no duda en enfrentarse al papado para dar gusto a su hermana Petronila, encaprichada con un noble del condado de Champagne, ya casado con una sobrina de Teodora de Blois.

Luis recibe la amonestación del cisterciense Bernardo de Claraval y se produce un profundo cambio en la conducta del rey Luis VII.

Con Leonor llegaron a la corte tapicerías, productos del Próximo Oriente, sedas, confituras… y trovadores como Marcabrú. Pero el trovador se enamora inevitablemente de la alta dama y lo dice en sus versos lo que le vale el destierro a Castilla. Luis ha cambiado: penitencias y ayunos, nada de fiestas. Antes del año nació la primera hija, María.

En la celebración de la navidad en Bourges, Luis y Leonor anuncian que toman la cruz. La cristiandad se había conmovida por la pérdida de Jerusalén en 1144: El abad de Claraval,  Bernardo predica la cruzada en 1146.

Constantinopla eclipsa cuanto Leonor había visto hasta entonces, sus sueños de esplendor se hicieron realidad. Pronto comprobaron las traiciones de los turcos, las emboscadas de los musulmanes, las disputas entre los distintos grupos de cruzados…

En Antioquía gobernaba Raimundo de Poitiers, tío de Leonor. El afecto entre tío y sobrina, próximos en edad, levanta murmullos y tal vez calumnias, que alejan al matrimonio. Para Luis, como rey, la expedición fue un fracaso y como esposo también. En Roma, el papa les recibe y trata de reconfortar los afectos. Llegan a París en 1150 y tienen su segunda hija, Alix.

Pero el distanciamiento es ya cierto y Leonor se ve apartada del trono, postergada.

También en 1150, Godofredo el Hermoso, conde de Anjou (que se había casado  con Matilde única hija del rey de Inglaterra y duquesa de Normandía) entrega Normandía a su hijo Enrique de 17 años y retrasa el homenaje al rey de Francia, Luis VII. Este se ofende y ataca Normandía.

                El enfrentamiento armado entre Godofredo el Hermoso y Luis tuvo un final repentino e inesperado. Enrique rindió homenaje a Luis VII como duque de  Normandía. Leonor estaba detrás.

Unos días después Godofredo moría tras refrescarse en el Loira y Enrique se convierte en rey de Inglaterra, conde de Anjou y duque de Normandía.

En septiembre Luis y Leonor emprendieron un viaje a Aquitania. En Limoges, un concilio bajo la autoridad del arzobispo declara nulo el matrimonio celebrado 15 años atrás en Burdeos.

Conseguida la nulidad, Leonor se despidió y se volvió a sus estados.

De camino, varios nobles pretendieron secuestrarla y casarse con ella.

El 21 de marzo Leonor se casaba con Enrique Plantagenet, rey de Inglaterra, conde de Anjou y duque de Normandía, 10 años más joven que la reina que ya contaba 30.

La reina tuvo ocho hijos más: cinco varones. El mayor, Guillermo, murió al tiempo que nacía su hermano Enrique. Después llegaron Matilde, Ricardo que sería apodado “corazón de león”, Godofredo, Leonor, Juana y Juan Sin Tierra, apodado así porque en el reparto que Leonor se propuso hacer no le correspondería ningún territorio.

Enrique, generoso, apuesto y con habilidades diplomáticas, fue educado por Tomás Becket y coronado sucesor de Enrique II pero en la mente del padre nunca estuvo ceder el trono ni el poder. Enrique II supo emplear una política de pacificación de sus territorios, recaudación de impuestos y establecimiento de numerosas abadías como núcleos de desarrollo agrícola, artesanal y cultural.

Lorena de Aquitania se empleo a fondo en la política matrimonial logrando para sus hijos enlaces con las más importantes casas y dinastías europeas.

A Godofredo lo casó con la heredera del ducado de Bretaña, Constanza, con la que tuvo a Arturo, quien pasaría mitificado a la Literatura con las leyendas del rey Arturo y los caballeros de la tabla redonda.

Matilde casó con Enrique el León, duque de Sajonia y de Baviera, aspirante al título de Emperador del Sacro Imperio Germánico.

Leonor casó con el rey de Castilla, Alfonso VIII (derrotó a los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa). Ambos fueron padres de siete hijos entre los cuales se cuenta a Blanca que casaría con el heredero de Francia, Luis VIII en 1200. Otros hijos de este matrimonio regio serían Urraca, casada con el heredero de Portugal, Leonor, reina de consorte de Aragón, casada con Jaime I el conquistador y el que sería Enrique I de Castilla, fallecido a los 10 años y a quien sucedió Berenguela, primogénita, casada con Alfonso IX de León y cuyo hijo, Fernando III, unificará los dos reinos.

Enrique (casado a los cinco años con Margarita de dos años, hija de Luis VII y Constanza de Castilla, hija de Alfonso VII de León y Castilla, quien fue el abuelo de Alfonso VIII) murió y Ricardo fue llamado a ocupar el trono a la muerte del padre, Enrique II de Inglaterra.

Juana se casa con Guillermo II de Sicilia. Viuda, se reúne con Ricardo en Roma, durante la tercera cruzada, acompaña a Berenguela de Navarra, esposa de Ricardo de regreso a Aquitania, tras haber vencido durante la tercera cruzada.

Juan casa con Isabel de Gloucester y trata de usurpar el trono a su hermano Ricardo, mientras este participaba en la cruzada.

Con motivo del bautizo de Juan, Rosamunda de Clifford se convierte en la amante oficial de Enrique II de Inglaterra, lo que motivó la venganza de Leonor de Aquitania. Una venganza tramada durante largos años durante los cuales recorrió sus posesiones reafirmando su autoridad absoluta, firmando acuerdos y pactos con los que pretendía anteponer a sus hijos a los intereses de Enrique II. Conspiró y movió a la sublevación de sus hijos contra el padre. Derrotada por los ejércitos de Enrique II permaneció recluida en Salisbury hasta la muerte del rey.

Apenas coronado rey, Ricardo toma parte como líder de la tercera cruzada que habría de liberar Jerusalén. Leonor ocupa de nuevo el trono y vigila las maniobras de su otro hijo, Juan. Preocupada por la descendencia al trono, y ya sexagenaria, atraviesa los pirineos y solicita la mano de Berenguela de Navarra para su hijo Ricardo que estaba en las cruzadas. Conduce a la novia hasta Roma donde tiene lugar el matrimonio. Y regresa para encargarse de los asuntos del reino.

Finalizada la cruzada, de regreso, Ricardo es capturado por el duque Leopoldo de Austria con quien tenía malas relaciones. Este pide un rescate cuantioso y que fuese la propia Leonor de Aquitania la portadora. Leonor viaja de nuevo a Austria y rescata a su hijo pero a poco de llegar a su reino muere sin descendencia.

Juan Sin Tierra y Arturo hijo del difunto Godofredo de Bretaña son los dos candidatos al trono. Entrarán en batalla. Arturo fue capturado y asesinado por su tío personalmente.

Leonor conoce la personalidad de su hijo Juan y es consciente que su reino puede desaparecer. A sus ochenta años recorre todas las ciudades principales de su reino pactando con los alcaldes la supresión de impuestos a cambio de que cada ciudad sostenga un ejército para su propia defensa. A continuación va ante el hijo de Luis VII, ya en el trono, Felipe Augusto y le rinde vasallaje para evitar que este pueda sentirse con derecho a invadir su reino. Y por último viaja a Castilla y trae con ella a su nieta Blanca a la que casa con Felipe Augusto asegurándose así un periodo de paz.

La abadía de Fontevraud, en Poitiers, ocupó un lugar destacado en la vida de la reina Leonor. Durante toda su vida hizo donaciones numerosas para procurar su engrandecimiento. Allí reposan sus restos.

“Allí está ella, envuelta en los pliegues de su vestido y de su manto, el rostro encuadrado por el velo de barboquejo, leyendo un libro. Es la reina letrada que hasta sus último días conservó intacta su curiosidad espiritual, la que hasta el postrer suspiro inspiró a trovadores en lengua de oíl y en lengua de oc, suscitando una oleada poética en la que encontramos a Tristán e Iseo, Lanzarote y Perceval y todas las riquezas del amor cortés”. Páginas 327-328