Sentido cristiano del hombre

Mouroux nos ofrece brillantes reflexiones sobre la miseria y dignidad del cuerpo, el tiempo y la eternidad, la libertad y el sentido cristiano del amor. ¿Qué significa ser hombre y ser cristiano? ¿Qué añade el cristianismo al hombre? ¿Cuál debe ser la actitud del cristiano frente al mundo para actuar simultáneamente como hombre de razón y como hombre de fe? En esta importante obra, Mouroux responde a estas y otras cuestiones. Desde una perspectiva personalista, que privilegia la diversidad en la unidad, nos ofrece un ensayo de antropología teológica en la que lo humano y lo cristiano forman un tejido inseparable. El tiempo y el mundo, la belleza, y el cuerpo, la persona, la libertad y el sentido cristiano del amor son algunos de los temas que el autor analiza con profundidad y delicadeza en estas páginas brillantes y esclarecedoras.

Ediciones

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2001 Palabra
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En este compacto y sintético libro se nos ofrece, con profundidad espiritual y con rigor intelectual, un breve tratado de antropología teológica, que no deja de ser además un accesible manual de antropología filosófica cristiana. Como nos aclara su prologista, D. Juan Alonso (Facultad de Teología de la Universidad de Navarra), este libro "pertenece al género de la antropología teológica. El interés de Mouroux es evidenciar que solo desde una visión cristiana del hombre es posible comprender el misterio de la persona humana, su relación con el mundo de los valores temporales y su radical apertura a la trascendencia". En este sentido "Mouroux alcanza en su libro una visión integral y completa del ser humano, en la que la vocación del hombre a la comunión con Cristo ocupa un lugar privilegiado y fundante. La afirmación de la persona como vocación aparece como un elemento esencial en su antropología teológica y en sus reflexiones sobre la fe y la experiencia cristiana, la persona es vista así como el abrazo entre una llamada y una respuesta". Efectivamente, el eje vertebrador del libro es la respuesta a la pregunta ¿quién es el hombre?: la noción de persona humana, que, según Mouroux, "está enclavada en el centro de los problemas humanos" (p. 159). "Toda filosofía, toda cultura, toda religión deben definir su postura con respecto a esta realidad [...] No queremos añadir una nueva teoría a tantas otras. Queremos, sencillamente, hacer resaltar en estas páginas el rasgo esencial que hace de la persona humana la realidad paradójica por excelenica: paradoja de un ser al mismo tiempo espíritu y cuerpo, abierto y cerrado, existente y todavía en construcción; o, si se prefiere, paradoja del ser que sufre tensión entre sus principios componentes, entre sí mismo y los demás, entre sí mismo y Dios".