Toda la belleza del mundo

Estas páginas reflejan la apasionante historia de una zona particularmente fecunda de la intelectualidad y la creación artística centroeuropea, que, atenta a las raíces autóctonas y sin perder de vista los vientos de renovación del París de las vanguardias, recorrió, desde los días crepusculares del imperio austrohúngaro hasta la actualidad, un azaroso y vasto itinerario que constituye una de las experiencias culturales y humanas más significativas del siglo XX.

Galería de tipos y modos, archivo de imágenes y anécdotas, creación conmovedora y conmovida de un artista verbal único, Toda la belleza del mundo es una obra esencial de la literatura contemporánea.

Ediciones

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2002 Seix Barral
560
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Imagen de Azafrán

Jaroslav Seifert
(1901-1986) recibió el premio Nobel en 1984. Es un
poeta checo, nacido en Praga. Su primera obra en verso se publicó en 1921. Para
entenderle es necesario recordar que Checoslovaquia ocupa el centro geográfico
de Europa y que, como tal, recibió los impactos de todos los movimientos
políticos (nazismo alemán, comunismo ruso, nacionalismo checo), culturales y
literarios. Los artistas checos, como el resto de los artistas europeos, se
agrupaban para compartir las corrientes culturales que circulan por Europa pese
a las fronteras de ideologías políticas no democráticas. Su finalidad era
defender sus publicaciones. Los grupos de artistas (poetas, pintores, músicos,
escultores…) nacionales intentaban conexionarse con otros grupos de los países
europeos y fue así como las corrientes de pensamiento artístico circularon por
toda Europa favorecidas por los nuevos conceptos de "provisionalidad" del arte
de las vanguardias.

 

Francia
fue punto de referencia desde que Augusto Comte
publicara, en 1830, su teoría sobre el Positivismo, la cual, de la mano de
Hipólito Taine, supuso la superación del protagonismo
romántico de lo "individual" para dar paso a un arte como reflejo del todo
social, de la influencia de la sociedad que rodea al artista. Aunque ese
contexto social se refiriese principalmente a los estamentos sociales más
deprimidos y a las situaciones sociales más sórdidas (vida de la class=SpellE>bohème
francesa, de alcoholismo, droga, conductas sexuales
sin límites). Baudelaire fue para estos grupos una
clara referencia, también en Checoslovaquia.

 

Toda
la Belleza del mundo vio la luz en 1983 en Alemania y República Checa. Es una
obra en prosa en la que su autor hace memoria para mostrar al lector europeo el
panorama cultural de Praga durante todo el siglo XX. Por sus páginas desfilan
otros poetas y artistas con los que compartió silla en los bares de Praga y
espacio en las primeras publicaciones clandestinas. Con algunos, según nos cuenta,
viajó a París en busca de nuevas fuentes para el arte.

 

Es
un libro por tanto autobiográfico, en prosa, pero escrito por un poeta, lo que
significa hermosas descripciones y pasajes líricos.

 

Pero
también, es un libro que recoge toda la ideología positivista y relativista que
subyace en las vanguardias y que campea hoy en toda Europa.

 

En
sus páginas el autor nos presenta una sociedad en la que las creencias
religiosas entendidas como catolicismo tradicional se difuminan, desaparecen y
son sustituidas por una inclinación hacia lo mágico o lo arcano religioso
(cartas astrales, quiromancia…) En algunos pasajes muestra cierta irreverencia
hacia la religiosidad vivida en la propia sociedad de Praga, contemporánea
suya. La rebeldía contra lo establecido se manifiesta en conductas sexuales que
desechan todo límite. Por su obra desfilan, no solo los adulterios; también
aparecen situaciones de homosexualidad. La pérdida de esperanza en una vida
eterna en el cielo conduce, en los testimonios que Seifert
nos presenta, al suicidio como algo natural e irremediable.

 

Para
los poetas del siglo XX, la rebeldía como modo de expresión es algo
imprescindible. Rebeldía contra los nazis que invaden Checoslovaquia y asesinan
a judíos y disidentes; rebeldía contra el comunismo Ruso que hace otro tanto.
Rebeldía contra el materialismo que alienta los movimientos proletarios y que
lleva, a los poetas, a plantearse la conveniencia de utilizar la poesía como
manifiesto. Todas esas dudas y vacilaciones también aparecen en la obra de class=SpellE>Seifert
porque su vida es larga y los condicionantes
políticos cristalizan en la sociedad del siglo XX muy rápidamente.

 

"Un
pintor puede pintar hasta con el lodo,

con el lodo de un sepulcro o cualquier otro.

Puede
dibujar con las tinieblas y cenizas

Aquello
que vio en un sueño sin dormir.

Pintor,
pintor, pintor por vez tercera,

Pinta
también con humo de velas apagadas

Con
un color para el que un poeta carece de palabras:

El
de la quietud azul, la quietud de terciopelo." Pág. 503

 

Los
poetas del siglo XX, que no tienen reparo en cantar en sus versos lo marginal,
lo excéntrico o lo abyecto, también, como hombres,
sienten la nostalgia del cielo azul. Claro que lo que a mediados del XX era
marginal, la excepción, hoy día casi lo podemos dar por "habitual".

 

A
pesar de los pasajes descriptivos cargados de lirismo, por la constante referencia
a los hitos y artistas de la cultura checa, el libro puede resultar demasiado class=GramE>denso
para el lector español.