El interesante trabajo del historiador francés, especialista en el siglo XVI, Michel de Certeau (1925-1986), recientemente publicado por la editorial italiana Jaca book, con el sugerente título de “En el lugar del otro”, culmina con un capítulo enteramente dedicado a una cuestión de gran interés en esa época tanto en España como en el vecino país de Francia, como es el estudio de la mística.

Era lógico que se abordara esta cuestión directamente, puesto que este libro es un verdadero compilatorio de otros trabajos dispersos y publicados en varios lugares, realizado en tono a las investigaciones sobre diversos autores y que toca temas de la historia de la teología y de la espiritualidad, no podría cerrarse sin que faltara una visión más concreta de esa mirada tan propia de la historia religiosa de Francia y de España, previa a la ilustración.

En primer lugar, recuerda nuestro autor los famosos y característicos diálogos entre el famoso psiquiatra Freud y su buen amigo Romain Rolland a comienzos del siglo XX, en los que se comprueba el terrible desvío sufrido entre la mística castellana del XVI y la dura visión del cristianismo agnóstico de Freud y, todavía peor, con la visión de su amigo que se mueve en “la sensación de lo eterno” o en algo tan vaporoso “sentimiento oceánico (329).

Desgraciadamente, se puede comprobar la distancia entre la Edad de oro de la mística castellana y la mística de Bossuet, Fenelón y Berulle, en donde claramente ha caído en desuso el maestro Eckhart y la escuela renana flamenca de espiritualidad, como puede descubrirse en la obra clásica de “la imitación de Cristo” del famoso Tomas Kempis, o sencillamente el Kempis y su reflejo en el tercer abecedario de Francisco de Osuna, y las temáticas francesas.

En efecto, como nos señala nuestro autor, hablando del periodo inmediatamente anterior a la ilustración: “la cultura europea ya no se define más como cristiana, desde el siglo XVII, no se indica más como mística la modalidad de la sabiduría elevada al pleno conocimiento del misterio ya anunciado en las creencias comunes, sino en un conocimiento experimental que se decanta de una teología tradicional a la pasividad de la pérdida de Dios” (331).

Cada vez el místico y los fenómenos místicos, en aquellos siglos, pasan a ser considerados como signos y hechos paradójicos; extremos, extraños, fascinantes e irritantes (336). En ellos se dan a la vez, lo ordinario y lo extraordinario, coinciden lo inaudito y lo evidente (338).

Es interesante, que nuestro autor termine por recoger la recuperación del sentido, el rigor y la profundidad de la mística, mediante el regreso a los textos de los Padres de la Iglesia, comenzando por los griegos y, especialmente, con los padres del desierto (343). Finalmente, trata de la contemplación de Dios en la belleza de la creación (346).

José Carlos Martín de la Hoz

Michel de Certeau, Il luego dell’ altro. Storia religiosa e mistica, ed. Jaca book, Milano 2018, 363 pp.