Alegra descubrir a nuevos autores valiosos, la literatura de los países del este de Europa suele ser un buen filón, sobre todo a raíz de la caída del muro. Jirí Weil nació cerca de Praga en 1900, en el seno de una familia judía ortodoxa, filósofo y filólogo, fue testigo, por tanto, de la dramática historia de Europa en la primera mitad del siglo XX.