El sentido de la fiesta es salir de la rutina, de lo cotidiano, hacer algo distinto de lo habitual, celebrar o conmemorar algún acontecimiento… Sin embargo, si todos los días fueran festivos, terminaríamos por aborrecerlos y habría que inventar algo diferente. A veces, en medio de la monotonía de jornadas muy parecidas a otras jornadas, surgen pequeños instantes festivos, situaciones o acontecimientos que no esperábamos y que son como una pincelada de color en un cuadro en el que predominan los tonos grises.