En las célebres conferencias del historiador inglés Isaiah Berlin en Washington, en 1965, acerca de las raíces y características del Romanticismo del siglo XIX, se planteaba la diferencia esencial entre la Ilustración y el Romanticismo y se detenía en la afirmación de Voltaire que la virtud estaba en el conocimiento; es decir, que conocido el camino todo era seguirlo. Mientras que Hamann decía que estaba en la voluntad, por lo que era inevitable el esfuerzo del amor constante hasta lograr la felicidad de la vida virtuosa, lograda.