Teología para incrédulos

Este libro da cuenta de una búsqueda que ha durado casi toda una vida. Las convicciones del autor quedaron seriamente comprometidas a raíz de la crisis del 68 y han tardado medio siglo en ser recompuestas. Para llevar a cabo su peregrinación se sirvió del báculo que le procuró la filosofía, a la que se ha dedicado profesionalmente desde entonces. La alegría de una fe renacida permite evocar los episodios de una trayectoria en la que no faltaron momentos de crisis y desesperanza, aunque nunca faltó el apoyo de familiares, amigos y colegas. Tampoco estuvo ausente el humor, cuya presencia se deja sentir igualmente a lo largo de estas páginas. Se entrega ahora al lector la esforzada evocación de lo indagado y el gozoso resumen de lo hallado.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2020 BAC
192
978-84-220-2145-2
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3.5
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Comentarios

Imagen de abelda

Como bien dice el autor en el Prefacio, el título puede resultar un tanto engañoso, pues no se trata de un libro de Teología, entendiendo por tal la ciencia sagrada, ni tampoco va dirigido exclusivamente a incrédulos. El autor quiere hacer una reflexión filosófica y personal sobre temas relacionados con Dios y con la religión, y ofrece su obra a quienes pueda aprovechar, sean personas de fe o no.

Su lectura resulta amena y sugerente, no exenta de sentido del humor. A lo largo de sus páginas, se el lector se encuentra con temas muy variados, algunos de gran calado, que se exponen con un lenguaje claro y asequible: la existencia de Dios, la libertad, el problema del mal, la necesidad de la religión, etc. El autor trata de aportar argumentos originales, sobre los que se puede estar más o menos de acuerdo, pero que, en cualquier caso, invitan a la reflexión.

Pienso que su lectura, además de entretener, puede servir a los creyentes a ser más creyentes y a los incrédulos a ser menos incrédulos.

Imagen de cattus

Libro muy sugerente, tanto para creyentes como para no creyentes, porque se trata de un texto positivo, valiente, en el que la reflexión filosófica, el sentido común e incluso los toques de humor se armonizan con la experiecia vivida del retorno a la fe católica. Hay enfoques muy enjundiosos, que invitan a pensar y a deshacer algunos tópicos sobre la Iglesia. Una invitación al diálogo respetuoso e inteligente sobre cuestiones fundamentales. Luis Ramoneda

 

Imagen de aita

Una divertida y entretenida visión del itinerario hacia la fe de un gran filósofo de nuestro tiempo. Ideal para incrédulos recalcitrantes y católicos pesimistas. Leer artículo >>

Imagen de José Ignacio Peláez Albendea

Al libro lo precede un relevante prólogo del Prof. Olegario González de Cardedal.

El Prof. Juan Arana, Catedrático de Filosofía de la Naturaleza de la Universidad de Sevilla y miembro de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, ha publicado este libro de carácter autobiográfico con algunas reflexiones sobre su larga marcha hacia la plenitud de la fe cristiana recobrada con una alegría que se manifiesta en el libro de modo elocuente.

Arana aborda las cuestiones con un fino sentido del humor, dialogando con colegas y amigos, como en el capítulo II, titulado "Carta de un profesor que recobró la fe a un antiguo alumno que la ha perdido".

Para hacerse una idea del contenido del libro, puede servir conocer los títulos de algunos capítulos: Patronos de la esperanza, Lourdes, Argumentos para demostrar la existencia de Dios, ¿Y la libertad?, La inmodestia del relativismo, Crónica de un estreno de "La Pasión", de Mel Gibson, El problema del mal, La antipatía de los creyentes, El clericalismo, Las penas eternas del infierno, Crímenes en la Iglesia, Judas, ¿Para qué sirve la religión?, Religión y enfermedad mental, Sobre la fe del rebaño y las dudas de los pastores y otros varios, para finalizar con un capítulo dedicado a la parte final de la vida "Cuesta abajo".

El libro se lee con facilidad, está muy bien escrito, contiene jugosas anécdotas e historias y realiza una exposición amable, profunda y atractiva de la belleza de la fe sin escamotear ningún problema, sin esconder la realidad, a la vez que concluye, ya desde la posesión pacífica de la fe tanto tiempo buscada, que ese largo viaje le ha valido la pena, es capaz de dar sentido a toda una vida. Este testimonio adquiere una mayor importancia al provenir de uno de nuestros intelectuales más relevantes.