Detalles de amistad

 

En la lectura de la carta del Prelado sobre la amistad señala con sencillez que no desea ser original sino más comentar algunos textos sobre san Josemaría sobre la materia. Y, no solo textos, lo que tienen en la mente y el corazón el Prelado, son vivencias de san Josemaría, anécdotas expresivas.

Que san Josemaría era buen amigo de sus amigos está maravillosamente explicado por el periodista Salvador Bernal en la primera y una de las mejores y más expresivas semblanzas del Fundador.

Un día en las aulas de la Facultad de Derecho de Zaragoza se encontraron san Josemaría y fray José López Ortiz, el primer acudía vestido de sacerdote y el segundo con el hábito agustino, eran tiempos difíciles del anticlericalismo creciente en España y ambos era valientes y dotados de una gran personalidad. Conectaron enseguida.

San Josemaría estudiaría derecho en la Universidad de Zaragoza, primero para estar disponible para lo que Dios necesitara de él y, en segundo lugar, como una manera de ganar algo de dinero que fuera compatible con su trabajo pastoral para sacar adelante. A su madre viuda y hermanos. Más adelante, se trasladaría a Madrid para realizar el doctorado y allí fundaría el Opus Dei.

Fray José terminaría la carrera de derecho y se especializaría en Historia del derecho, en concreto en derecho islámico en la España medieval, y terminaría sacando una cátedra de Historia del Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela, aunque viajaba periódicamente a Madrid en Comisión de Servicio, para trabajar en el equipo que había creado el célebre arabista y catedrático Asín Palacios en la Universidad complutense.

Al terminar la guerra civil recuperaron, ya viviendo establemente los dos en Madrid, la amistad, con conversaciones frecuentes y largos paseos. Fray José había entendido muy bien el espíritu del Opus Dei, seguramente por su mentalidad universitaria y por su finura espiritual, de modo que fue nombrado por san Josemaría, cuando no había sacerdotes del Opus Dei, como confesor de aquellos los jóvenes universitarios que pedían la admisión en la Obra.

 La amistad entre ambos estaba llena de expresivos detalles. Relatemos uno de san Josemaría y otro de Fray José. Cuando fray José López Ortiz recibió la noticia de su próxima ordenación episcopal, lo primero que hizo fue telefonear a san Josemaría para contarle la noticia y pedirle que le ayudara a prepararse para recibir ese don del Espíritu Santo. Inmediatamente san Josemaría se puso en la situación de su amigo y le buscó un sacerdote que, con permiso de su Ordinario, pudiera trasladarse con él a Tuy Vigo y le ayudara en su nueva vida episcopal. Es más, cuando terminaba la recepción después de la Ordenación, san Josemaría le dio un sobre con un donativo que acaba de recibir y le dijo. “Ya sabes que en la Obra siempre estamos mal de dinero, pero llévate este donativo para pagar los gastos de la vida en esa nueva ciudad y ya me lo devolverás.

Fray José conocía muy buen a su amigo Josemaría y sabía cómo hacerle feliz. En una de sus cartas le decía con confianza que por Vigo iban llegando sacerdotes del Opus Dei de las diversas generaciones y añadía: “todos tienen la misma vibración que tú”.

José Carlos Martín de la Hoz