Filosofía Política

Cuando hace años el profesor de filosofía de la Universidad de Navarra don Rafael Alvira (1942-2024), puso en marcha un Instituto para el estudio de las cuestiones sociales y económicas, fui escéptico acerca de su resultado; por eso me ha alegrado descubrir en la revista digital Religión en Libertad de 5 de mayo de 2025, una entrevista con la también catedrática de filosofía doña Monserrat Herrero, discípula de Alvira e investigadora principal del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra.

Leo que la labor académica e investigadora de la profesora Herrero ha estado centrada en la "intersección entre política, religión y filosofía", abordando cuestiones como la autoridad, la legitimidad y el valor de la conciencia en el ámbito público, y que recientemente ha publicado un libro bajo el título de Filosofía Política (Rialp, 2024), "una historia de la política desde la antiguedad hasta nuestros días", que, en palabras de la autora, busca "discernir las ideas políticas desde la tradición filosófica".

Conduce la entrevista el periodista Julio Borges Junyent que interroga a Herrero acerca de la crisis de la democracia. Para la autora la crisis arranca de la crisis de la representatividad, la inmensa distancia existente entre el elector y las decisiones adoptadas por el poder, mediatizadas por los partidos políticos, sus alianzas e intereses. Concluimos que de la impotencia de los ciudadanos ante esta situación nacen las ideologías extremistas, nihilistas e incluso violentas que han aparecido en Occidente.

Para profundizar en la democracia, la autora se remite a los valores prepolíticos, principios evidentes de naturaleza ética presentes en la sociedad, como pueden ser la defensa de la vida y la dignidad humana, obrar el bien y evitar el mal o la compasión por el más débil y necesitado. Estos principios emanan de la sociedad misma, deberían ser promocionados a través del consenso y, en ocasiones, afloran como iniciativas sociales al margen del poder, en aplicación del principio de subsidariedad.

Siguiendo al romanista don Álvaro D'Ors (1915-2004) la autora distingue entre Potestas, la verdad declarada e impuesta por el poder; Auctoritas, la verdad procedente de fuentes reconocidas socialmente como iglesias, universidades, juristas o centros de investigación; y la Verdad personal emanada de la conciencia del individuo. Frente a aquellos que reducen la democracia a los números -los grandes números, dicen- y al juego de mayorías y minorías, la autora señala la relación existente entre conciencia y poder político, algo que Herrero pretende fomentar a través de la formación.

Monserrat Herrero reconoce la dificultad existente para alcanzar verdades aceptadas socialmente a causa de la propaganda, y de la influéncia de poderes fácticos como la tecnología, el mercado o el control social. Considera que la única resistencia procede de espacios a los que el poder no tiene un acceso fácil como son la conciencia del individuo -piénsese en Solzhenitsyn y en tantos otros-; de los valores transmitidos en el seno familiar; los libros -recordemos la novela de Ray Bradbury Fahrenheit 451-; y de ciertas instituciones docentes e iglesias capaces de preservar su independencia frente al poder, como son los cristianos residentes en países islámicos.

Por el contrario, la búsqueda obsesiva del poder por sí mismo, prescindiendo de la verdad y del consenso social, da lugar a la polarización y al deterioro de aquel sistema de convivencia que llamamos democracia.

Juan Ignacio Encabo Balbín
Herrero, Mercedes, Filosofía Política, Rialp 2024.
Borges Junyent, Julio, Monserrat Herrero López, revista digital Religión en Libertad de 5 de mayo de 2025.