Un escritor actual

 

El sacerdote y escritor español Pablo d’Ors (Madrid 1963), ha reeditado recientemente una de sus primeras novelas, precisamente, la que le dio más renombre y que pasó muy pronto a representarse como obra de teatro.

En efecto, con “Andanzas del impresor Zollinger” (2003), d’Ors expresaba muy bien el alma del pueblo en un lugar perdido en cualquier montaña de Austria. Es decir, con un sencillo relato, describía maravillosamente, con una prosa poética y adecuada, la vida de un hombre que, con vocación clara de impresor, pero presionado por los miembros titulares del oficio del pueblo, se veía conminado a ir de aquí para allá huyendo de su destino, hasta que, finalmente, terminaba por regresar a ejercer su verdadera profesión, es decir, tanto a realizar una misión de servicio al pueblo, como de autoafirmación personal y verdadera maduración.

Con esta obra, d’Ors expresaba cómo habían cambiado radicalmente sus paisajes, desde sus aventuras increíbles y profundos conocimientos misioneros en la selva de Honduras y en sus ciudades limpísimas, a sus trabajos intelectuales en el centro de Europa y, en concreto, en Praga y Viena. En esas últimas tierras es donde se ambientaba esta deliciosa novela, recientemente reeditada, en la que aparece bien reflejada la mentalidad de muchas almas, en pueblos cualquiera de la vieja civilización occidental, que se han convertido en anodinas por su pérdida de horizontes.

Por una parte, es encomiable la reedición de la obra completa y articulada de una de las mejores plumas de la literatura castellana del siglo XXI, eso sí, particularmente mimada por el editor de Galaxia Gutenberg, quien espera, como todos, nuevas obras de gran calado, a las que nos tiene acostumbrados nuestro autor con trabajos inolvidables como “Olvido de si” (2013).

En cualquier caso, reeditar es reconocer la valía de lo escrito y publicado, la realidad del paso del tiempo, de lo poco que lo resiste y, por tanto, que son muchas más las obras desaparecidas que las que merece la pena volver a leer por estar bien escritas y necesitadas de ser repuestas pues, además, dicen cosas, muchas cosas.

Lo más duro para un autor de la sensibilidad de Pablo d’Ors debe ser descubrir en el alma de aquellos pueblos de Austria, como es el caso de esta novela, la ausencia del sonido de las campanas, la falta de referencias a Dios en la conversación, las huellas del cristianismo que son los sacramentos, aspectos que no aparecen reflejados en el desarrollo de esta obra.

Es, por tanto, una novela realista, no apologética, a la vez que no deja de ser realista en su corazón sacerdotal (y en su línea de trabajo como impulsor de la Escuela de Mediación, motivo por el cual ha recibido recientemente la Medalla al mérito profesional por su aportación a una cultura de la paz), la plegaria para que Dios vuelva a ser el centro de la vida de pueblos de siglos de tradición y raigambre cristiana y católica.

José Carlos Martín de la Hoz

Pablo d’Ors, Andanzas del impresor Zollinger, Galaxia Gutenberg, Barcelona 2020, 150 pp.