El niño en la cima de la montaña

De padre alemán y madre francesa, Pierrot ha tenido una infancia no muy distinta de la de cualquier niño de su época. Sin embargo, nos hallamos en París, corre el año 1935 y la guerra que se avecina trastocará el destino de millones de personas. Tras la muerte prematura de sus padres, Pierrot deberá separarse de su íntimo amigo Anshel y abandonar Francia para vivir con su tía Beatrix, que trabaja de ama de llaves en una mansión imponente erigida en lo alto de una montaña. Pero no es una casa cualquiera; se trata nada menos que del Berghof, la enorme residencia que Adolf Hitler posee en los Alpes de Baviera.

Así, a sus siete años, alojado de manera involuntaria en el entorno íntimo del todopoderoso Führer, Pierrot se verá inmerso en un mundo tan extrañamente seductor como peligroso. En él no hay lugar para la inocencia, y cuando al final de la guerra es capturado por los aliados, Pieter —como ahora se llama— llevará un peso insoportable en su conciencia. A su regreso a París, abrumado por la culpa, un aspecto clave de la historia surgirá como una tabla de salvación, y el inesperado desenlace será una muestra más de la insondable dimensión del perdón y la amistad.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2016 Salamandra
256
978-84-9838-727
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3.6
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Comentarios

Imagen de polvorista

En mi opinión viene a ser una parábola de los efectos del poder en alguien que aún no ha madurado. Un niño de madre francesa y padre alemán que ha combatido en la primera guerra mundial y que viven en Paris queda huerfano, primero del padre que no ha podido curar las heridas psicológicas de la guerra y se muere bajo un tren y después de la madre por tuberculosis cuando él tiene siete años. Por diversas circunstancias acaba viviendo en una casa en la cima de una montaña donde va a pasar periodos Hitler que pasa a verlo como el padre que no llegó a tener y va descubriendo la fuerza del poder. Bien escrito, breve y lleno de significado.

Imagen de amd

Novela de ambientación histórica, narrada en tercera persona omnisciente, aunque focalizada casi siempre a través de los ojos de Pierrot (o Pieter), el niño protagonista. Aunque la acción comienza en París en 1936, cuando el niño se queda huérfano; la mayor parte de los hechos tiene lugar entre 1937 y 1945 (durante la Segunda Guerra Mundial) en Obersalzberg, una preciosa zona montañosa de los Alpes Bávaros. En ella, se encontraba situada la residencia de montaña de Hitler, denominada el Berghof. Según se cuenta en la novela, Hitler visitó la zona por primera vez en 1923, y quedó impresionado por su grandeza y sus magníficas vistas: “Un mundo enorme y silencioso que evocaba tranquilidad”. Así pues, primero, alquiló la casa y, finalmente, en 1933 la compró gracias a las ganancias obtenidas por las repetidas ediciones de su libro  "Mein Kampf". Esta mansión (remodelada y ampliada durante varios años) se convirtió en su lugar de descanso y segunda residencia gubernamental, desde donde preparó y dirigió la expansión nazi, sus tácticas bélicas, la construcción de los campos de concentración y de exterminio, en colaboración con sus generales y jefes militares más allegados.
De esta forma, el título de la novela “El niño en la cima de la montaña” (en un principio, tan sencillo) adquiere diferentes significados y distintos niveles de interpretación: en sentido literal, el niño vivirá en el Berghof, en la cima de la montaña; pero, en sentido figurado, poco a poco, su personalidad se verá transformada por la influencia de Hitler y por el propio lugar, que le hacen sentirse poderoso, orgulloso, déspota, sin autocontrol. En definitiva, el título puede representar al propio Hitler que se identifica con la majestuosidad de la montaña, con su grandeza: el hombre endiosado, imbuido por el poder absoluto y la ambición sin límites en un recorrido perfecto, “luchamos por lograr nuestros objetivos, purificamos el mundo y luego volvemos a convertirlo en un lugar hermoso” (p.143).
En definitiva, se trata de un relato muy interesante y muy recomendable que sitúa al lector en la “intrahistoria”, una perspectiva diferente sobre la Historia oficial. Esta otra cara de la Historia nos acerca a los personajes históricos reales desde un punto de vista distinto, en su vida cotidiana, en el día a día, todo aquello que está a la sombra de lo más conocido históricamente. De este modo, se combinan los hechos históricos con los hechos ficticios, propios de la narración literaria, y la suma de ambos confiere autenticidad y credibilidad al relato. Con un estilo sencillo, lleno de espontaneidad y de ingenuidad infantil, el lector se ve sobrecogido por el trasfondo del mensaje: “¿De verdad es tan fácil que los inocentes se corrompan?” (p. 222).
 

Imagen de Lara

Cuando empecé a leer este libro, pensé que era otro "el niño con el pijama a rayas". Conforme fui leyendo comprendí que era otra cosa. Maravillosamente escrito, describe las andanzas de un niño hijo de una francesa y de un alemán traumado por la Primera Guerra Mundial, que es llevado por su tía paterna desde París a la casa de la cima de montaña en Salzburgo. Allí conoce a Hitler y entonces -adentrándose de modo excepcional en la sicología infantil- va experimentando un proceso que acabará de manera muy interesante en la descripción de la conciencia humana. Herta -una de las sirvientes de la casa, le dirá: "Nunca te convenzas de que no lo sabías. Ése el peor crimen de todos".....Gran libro