Por estas páginas pasan personajes y hechos históricos clave en el siglo pasado: la ascensión de Stalin al poder en la Rusia soviética, la guerra de España, la muerte de Durruti, la de Andreu Nin, la salida del oro del Banco de España, la acción de los servicios secretos soviéticos en la España republicana, luego, la Guerra mundial, las luchas internas en la URSS durante y al acabar la contienda, el gulag, la ocupación de Budapest en el 56, la memoria actual, y un largo etcétera de golpes en nuestras conciencias vistos desde la actualidad de la caída y destrucción del poder soviético.
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Mosaico Roto nos proporciona
Mosaico Roto nos proporciona una visión de la Guerra Civil española (1936-1939) desde el punto de vista de la participación soviética.
Las autoras, Paulina y Adelina Abrahamson, llegaron a la Unión Soviética desde Argentina en 1932. Su padre, Benjamín Abrahamson, era un revolucionario ruso-ucraniano condenado a muerte en 1910, por lo que se había exiliado en América. A su vuelta a la URSS las hermanas se integraron en el Partido Comunista y cursaron estudios en la Escuela de Traductores. En 1936, tanto el padre como las hijas fueron destinados a España como intérpretes del de los voluntarios soviéticos destacados, al servicio de la República, para la Guerra Civil.
El libro reúne los recuerdos de las dos hermanas, pero estas enlazan un suceso con otro sin seguir un orden cronológico, por lo que es difícil componer un itinerario temporal. Por otra parte, se intercalan capítulos de los recuerdos de Adelina con otros de Paulina, lo cual también dificulta su seguimiento. Adelina estuvo adscrita como intérprete en los servicios de la Aviación Republicana y Paulina colaboró con un camarógrafo ruso que elaboraba documentales de guerra para la Unión Soviética. Otra dificultad para el entender el libro está en los apellidos rusos, con los que el lector no está familiarizado y que dificultan la identificación de los personajes.
La obra persigue varias finalidades: 1. Es parcialmente autobiográfica de las autoras. 2. Recuerda con simpatía a todos los participantes -especialmente a los soviéticos- en la Guerra Civil española. 3. Denuncia los crímenes de Stalin. Indirectamente el libro permite llegar a otra conclusión posiblemente no buscada por las autoras, y es apreciar la participación de la URSS en la guerra de España a todos los niveles: Voluntarios, propaganda, asesores militares, armamento y su financiación mediante el oro del Banco de España. De paso Stalin aprovechó para eliminar a los anarquistas, en concreto se mencionan los asesinatos de Andreu Nin y de Buenaventura Durruti.
En el libro se proporciona la cifra de 40.000 comunistas que participaron en esta guerra, pero no todos eran rusos sino que están incluídos los internacionalistas de cualquier procedencia. Stalin desconfiaba de aquellos que no estaban bajo su control, por lo que al volver a la URSS muchos de los voluntarios fueron ejecutados. Benjamín Abramson, padre de las autoras, cayó en la que ellas consideran la ultima purga, en 1951, cuando solo faltaban dos años para la muerte del dictador. Posteriormente será rehabilitado.
Las autoras hacen algunos comentarios sobre las purgas: 1. Para ellas la paranoia -utilizan esa palabra- de Stalin fue en aumento según pasaban los años sobre los que sospechaba que amenazaban su poder. 2. El pueblo ruso pensaba que Stalin no estaba informado acerca de las medidas represivas sino que éstas procedían de las fuerzas policiales. 3. Por último reclaman información de las autoridades rusas sobre dónde están enterrados los ejecutados, lo que nos hace recordar que estas mismas medidas se han solicitado en España.
Señalan las autoras que Stalin convocó a toda la humanidad progresista para que se opusiera al fascismo. Personalmente nunca se me había ocurrido que Stalin se considerase a sí mismo progresista, lo que nos lleva a preguntarnos qué hay que entender por progresista, cómo definirlo y quién debe considerarse de esta forma. ¿Se puede ser al mismo tiempo progresista y totalitario? Pues al parecer sí, véanse Cuba, Venezuela, etc..., son las mecas del progresismo y de la falta de respeto a los derechos humanos.
Termino con dos citas del texto. En la primera leemos que "Cuando la sociedad atraviesa una situación crítica, como España en los años 30, cuando la sociedad se divide entre ellos y nosotros, cuando se desata una ola de violencia hay dos opciones: participar o no participar en la lucha" (pág.50). La segunda corresponde con la última frase del libro y probablemente es la conclusión a la que quieren conducirnos las autoras: "No habrá presente ni futuro sin conocer el pasado" (pág.331). Posiblemente, hoy, en nuestro país, las autoras serían abucheadas por esta frase y tachadas de guerracivilistas.
El libro fue publicado en 1994 por una curiosa Asociación de Aviadores Republicanos en España. Incorpora un Indice onomástico de los personajes mencionados en el texto.