Objetivo Darfur

Lo que ocurrió en Sudán, en la región de Darfur, a principios de este siglo, en concreto a partir del 2004, fue un auténtico  genocidio. Darfur es una región al oeste de Sudán, del tamaño, aproximadamente, de Francia, donde viven unas tribus africanas muy antiguas. En un momento dado los musulmanes de Sudán del Norte deciden que hay que exterminarlos. No queda claro en el libro cual es el motivo, pero puede ser perfectamente religioso. El modo que tuvieron de exterminar la raza no solo era matar, destruir los poblados y machacar desde el aire los cultivos, si no también, y constantemente, la violación masiva de mujeres y niñas. Les decían que iban a traer al mundo unos estupendos árabes.

Todo lo que allí ocurrió es simplemente espeluznante. Y hay un personaje, hombre honesto, buen trabajador, indio de origen, inglés de nacionalidad, Mukes Kapila, que llega a Sudán como lider de la ONU, para coordinar las diversas misiones allí presentes y con la idea de fondo de facilitar la paz entre Sudán del norte y Sudán del sur. Pero se encuentra con una situación que le era desconocida, mucho más grave, y obstáculo decisivo para que pueda llegarse a la paz, que es el conflicto recién originado en Darfur.

A lo largo del libro se describen todas las conversaciones tenidas con el gobierno de Jartum, que es quien promueve el genocidio, sin que se sepa de modo oficial, y las negociaciones de los principales gobiernos de los países de más peso en la ONU. Por su puesto viaja a Nueva York para hacerse oír directamente por sus jefes, y no hay ninguna reacción. Después de hacer diversos viajes para notificar la situación en Washington, ante el gobierno americano, en Inglaterra, y otros países, para hacerles partícipes de la situación, con muchos detalles e historias concretas, se da cuenta que solo reaccionarán si monta un escándalo ante la prensa.

El libro es de gran interés porque el autor desvela con muchos datos cómo los intereses políticos, empezando por la ONU, están por encima de las personas. Aunque el libro resulte un poco largo –hay muchos detalles de la historia personal del autor, de cierto interés pero prescindibles- la verdad es que merece la pena su lectura para “tocar el paño”, para ser conscientes de las diversas situaciones durísimas que sufran millones de personas inocentes ante la pasividad de los que podrían hacer algo.