La historia reciente de la Iglesia necesita, al igual que
la historia civil, perspectiva y documentos. A la vez, son muy importantes los guías
para adentrarse en el exceso de información y poder interpretarla. De ahí, que
los primeros resultados de esa investigación histórica, deban tomarse con
precaución, pues todavía faltan muchos de los elementos señalados.