Decía hace unos cuantos años el cardenal Rouco Varela, cardenal arzobispo emérito de Madrid que los cristianos no hacemos solidaridad sino que practicamos la virtud cristiana de la caridad, puesto que siempre que vivimos las obras de misericordia corporales y espirituales, estamos entregando a Jesucristo a los pobres, emigrantes, vagabundos, enfermos y necesitados.