Matthew Aspeor tiene doce años, ningún amigo y una obsesión por las palabras. Pero él es feliz en su tranquila vida, de casa al colegio y del colegio a casa. Solo le molesta un poco que sus compañeros hayan decidido ponerle de mote Maspeor, una palabra que ni siquiera sale en el diccionario, aunque tampoco va a dejar que eso se convierta en un problema…
Todo cambia en la tranquila vida de Matt cuando su madre sufre un derrame cerebral e Iris, su tía, se muda a su casa. Con ella, también trae a sus gatos, sus proyectos de arte, su música estridente y su ropa todavía chillona.