La tentación de la alegoría ¿no es tan grande como el amor por la literatura? Bien mirado, ¿no es en la alegoría y sus transformaciones donde la literatura se sustenta? La lectura alegórica, por otra parte, se apropia de un texto antiguo para hacerlo contemporáneo y darle un sentido moderno.
Cuando entramos en este campo, así como en el del espíritu y la figuración, se abren de par en par las puertas de la hermenéutica: el texto no diría lo que quiere decir, sino que quiere decir precisamente lo que no dice.