Tartas con sabor a felicidad, merengues con aroma de recuerdos, bollos rellenos de tranquilidad... En el reino mágico de Aradyn, todos quieren probar los pasteles de la huérfana Bee, la nueva ayudante del panadero. Y es que los dulces de la joven pastelera, recién llegada a la ciudad de Zeewal, contienen un ingrediente muy especial: sentimientos. La fama de Bee es tal que pronto llega a oídos de palacio, donde vive un mago malvado que no solo ha empobrecido el reino de Aradyn sino que, desde la muerte del rey, mantiene cautiva a la princesa Anika.