La novela narra la vida de un joven guerrero de la Dacia (Rumanía), que cae prisionero de los romanos cuando sus legiones conquistaron aquella tierra en tiempos del emperador Trajano (97-117 d.C.). Trasladado a Roma, es entrenado como gladiador y en ese entorno toma contacto con unos cristianos que en los sótanos del Coliseo esperaban el momento de su martirio. Impresionado por su fe, se bautiza, y al salir victorioso de un terrible combate contra las fieras recupera la libertad por gracia del emperador, y puede volver a su lugar de origen.