David Copperfield, una de sus obras más importantes, convirtió este libro en el más cercano a su corazón.
David, como Dickens, vivió una infancia feliz leyendo y asistiendo a la escuela, hasta que su suerte cambió. La transmutación íntima de ambos, protagonista y autor, fue compleja y sutil, y aunque ficción y realidad no siempre coinciden, las desdichas de la niñez, el trabajo en la abogacía, la condición de escritor y varios de los personajes responde a la experiencia personal de su autor.