Los años de la transición en Barcelona

 

El poeta y escritor mallorquín José Carlos Llop (1956) arranca su última novela en París y viaja a través del tiempo a los años setenta, con los recuerdos del comienzo de la vida universitaria en Palma de Mallorca y Barcelona.

La narración tiene un hilo de fondo que va marcando los tiempos y que es la música que se escucha y se baila por todas partes y en todo momento. La vida del protagonista trascurre entre un aluvión de lecturas, caóticas, complejas, si más dirección que las modas culturales del momento y la música (51).

Por lo demás se trata de una juventud que rompe moldes en la estructura social, que se metamorfosea políticamente (45-46 y 101-102) y que banaliza el sexo hasta vulgarizarlo: el protagonista ya no recuerda ni los nombres de las mujeres que amaba y que, por otra parte, suelen abandonarle, sin que se plantee el por qué (87-88).

Es interesante y somera la narración de la lírica de la muerte de Franco, las celebraciones, el miedo a la libertad y el comienzo de la democracia (103-104).

En algunos momentos de la novela, aterriza en la realidad de la necesidad de medios con los que vivir. "Cuando no teníamos dinero –y sólo lo teníamos la primera semana de cada mes- cogíamos la Vespa o el metro y nos íbamos a hacer incursiones corsarias por las librerías: la cultura gratuita era cultura revolucionaria y al revés. Nunca supe cómo no nos pillaron. Del mismo modo que nunca supe cómo en ciertos bares no nos partieron la crisma" (111).

Finalmente vienen los recuerdos del autor ya poetizados de la vida nocturna de Barcelona: "Las Ramblas eran una anaconda interminable y la Plaza Real el nido donde se desperezaba y la calle Platería un afluente donde cazar en la noche, cuando el agua es negara y calma pero por abajo se agitan todas las `pasiones húmedas y hay permiso para compartir emociones" (118).

La novela continuará hasta el final, bien escrita, con breves sucesos, sin más importancia y mucha música.

No hay referencia a Dios, no sale, no hay mención. Y, en esto miente la novela, pues la había y mucha en aquella época, aunque muchos perdieran la fe, por eso tantos de aquellos tiempos están volviendo a tratar a Dios.

 

José Carlos Martín de la Hoz.

José Carlos Llop, Reyes de Alejandría, ed. Alfaguara, Barcelona 2016, 177 pp.