Los osos del aire

Para ser un buen oso hay que saber trepar a los árboles, pescar, dar paseos largos y dormir la siesta. Eso dice el abuelo.
¡Pero ser un buen oso es tan aburrido!, piensan los pequeños Ronald, Donald, Harold y Sam. El abuelo dice que sus malabares, saltos en el aire y trucos de cuerda son una pérdida de tiempo, pero tal vez se equivoque.
A lo mejor ser un buen oso tiene más que ver con divertirse y ayudarse que con valerse solo. Y los pequeños oseznos, todos juntos, estarán encantados de enseñárselo.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2021 Blackie Books
44
978-84-18187-57-5

Ilustraciones del autor

Traducción de Jorge de Cascante
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Relato infantil sobre las relaciones familiares, los abuelos y las tradiciones. Ronald, Donald, Harold y Sam son cuatro pequeños osos que viven en una cueva con su anciano abuelo. El abuelo tiene un libro, titulado “Cosas que hacen los buenos osos”, que les lee todas las noches a sus nietos para que aprendan a comportarse: un buen oso sale de paseo, duerme siestas, va a pescar y trepa a los árboles. Pero los cuatro ositos piensan que estas actividades no son nada divertidas y preferirían hacer otras cosas diferentes como dar volteretas, hacer acrobacias y juegos malabares, o tocar el violín. Sin embargo, el abuelo no está dispuesto a aceptar tantas innovaciones que chocan contra su forma de vida tradicional.

El autor de los textos y de las ilustraciones es Arnold Lobel (California, 1933), célebre escritor norteamericano, cuyas obras se han convertido en clásicos indiscutibles como las aventuras de Sapo y Sepo y las historias de Sopa de Ratón. En el relato Los osos del aire,  tal y como se explica en el argumento, Lobel propone un tema interesante en el que se enfrentan la tradición y la innovación: dos generaciones de osos intentarán llegar a un acuerdo sobre cómo deben vivir su vida, porque todos tienen su parte de razón en este pequeño conflicto si se obra con respeto y cariño. Junto a los divertidos textos, destacan las ilustraciones a doble página en tonos marrones, que alternan los fondos oscuros o claros según se presente la acción dentro de la cueva o al aire libre. Los cuatro oseznos están representados con gracia y maestría y en ellos destacan sus ojos abiertos y expresivos que transmiten sus distintos estados de ánimo. En conjunto, se trata de un libro recomendable para leer en familia y poder reflexionar sobre este interesante tema.