Los perros y los lobos

Una familia de judíos rusos ha logrado mejorar su nivel económico y llevar una vida confortable en Ucrania, a principios del siglo XX. Sin embargo, los problemas políticos y sociales les llevan a establecerse en París y, posteriormente, a regresar a Europa Oriental.
La autora (1903-1942), nacida en Kiev y residente en París desde 1919, murió en Auschwitz; su origen familiar y su itinerario parecen reflejarse en esta novela, publicada en 1940. Más que la biografía de los personajes, con sus amores y sinsabores, importan en la obra sus sentimientos y actitudes, por lo que el entorno realista resulta muy atemperado por el talante intimista y por algunos toques entre líricos e ingenuos. La obra tiene un cierto tono negativo, con decepciones, temores, inseguridad... (Reseñas Troa).

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2011 Salamandra
224
978-84-9838-358-4
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3
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Imagen de Pipa

Publicada por primera vez en 1940 -año en que la autora tuvo que huir de París en compañía de su marido y de sus dos hijas para refugiarse en un pueblo de la región de Borgoña, esta es la última obra que publicó en vida, dos años antes de la deportación y asesinato en el campo de concentración de Auschwitz.

Es una narración intimista que narra las peripecias en la vida de Ada Sinner, desde su infancia en su Ucrania natal, el amor a su padre, su convivencia con su tía y sus primos, su huida a París en busca de una vida mejor, y su regreso "forzado" a la Europa Oriental... Bajo la mimbre de un triángulo amoroso entre Ada, Harry, su amor desde la niñez, pariente lejano y de una posición social y económica muy distante, su primo Ben con quien se casa... La autora describe bien los sentimientos entre unos y otros. Y sin duda sabe bien de qué habla. La novela rezuma ambientes bien conocidos por ella, y datos autobiográficos como es por ejemplo la ausencia de su madre, que en vida despreció a su hija única. En la novela tampoco su tía la quiere. Solo la trata bien delante de su padre. Creo sin embargo que la narración coge fuerza en los últimos capítulos, verdaderamente dramáticos e interesantes. Sus miedos al desprecio, su conocimiento superficial de la religión católica, el enfoque acerca del sufrimiento y del dolor, su visión de la educación judía, su falta de visión de una libertad auténtica, su vida ligada a un destino... su idea del amor, más pasional que llevado con cabeza... Pone en boca de Harry: "No está en nuestras mano deshacer lo que hizo alguien distinto a nosotros" (181)... Está bien escrita, pero deja un regusto de desgarro por lo mal hecho, que sin duda puede llevar a la perdición, a la desgracia. Sin querer, de acuerdo, pero puedes llevar por tu inconsciencia, a muchos al dolor y el sufrimiento...

Imagen de Azafrán

El pueblo judío recibe como herencia un terreno pobre semidesértico pero del que con su esfuerzo, con su trabajo infatigable, consigue que mane leche y miel. Esa es la epopeya atemporal del pueblo judío, y por extensión, del ser humano, condenado a ganar el pan con el sudor de la frente. Sólo que en el caso del pueblo judío, parece que nunca se ha conformado con el pan: siempre ha ambicionado todo lo que pudiere acompañarlo.
Así pues, esta novela de Irène Némirovsky, es un estudio de la ambición humana, lícita, por escalar puestos en la sociedad.
Los caracteres principales con Ada y su primo Ben que pertenecen al estrato social más bajo en una ciudad pequeña de Ucrania. En la misma ciudad vive el heredero de una familia de comerciantes ricos y banqueros, Harry, que también es primo lejano de Ada y Ben además de tener el mismo apellido Sinner. Los niños viven en barrios diferentes y sólo se han visto en raras ocasiones. Algo muy frecuente en la vida de las ciudades dónde había judíos eran los pogromos, las irrupciones en el barrio judío para molestar y asustar a sus habitantes y que solían terminar con saqueos, violaciones y asesinatos. Durante uno de esos pogromos, Ada y Ben niños aún, huyen asustados de su barrio y se pierden. Reconocen la mansión de Harry y piden ayuda. Así es como Harry ve por primera vez a Ada, sucia y andrajosa.
Ada ya había visto a Harry anteriormente y se había prometido hacer todo lo posible por conseguir su corazón.
Como es lógico, la familia de Harry decide que su sitio está en París y se traslada en busca de nuevos retos para sus negocios. El padre de Ada envía a su hija y a sus primos a vivir a París para darle una educación que le permitiese salir de la precaria vida que llevaban en Ucrania.
El nudo de la novela muestra a una Ada joven ya que acepta la proposición de matrimonio de su primo Ben para poder subsistir en Paris. Ben sabe que ella no le podrá amar nunca porque su corazón pertenece a Harry. Pero no le importa y cree que con el tiempo, podrá cambiar la situación.
Ada pinta bien y consigue llamar la atención de Harry con sus cuadros. Para entonces Harry se había casado con la heredera de un banco francés, con la que ya tenía un hijo, pero al conocer a Ada, su pintura consigue remover sus sentimientos más íntimos y se enamora con ella. Ben aprovecha esta situación para conseguir influencias y empieza a trabajar en el banco de los Sinner.
Mientras Harry y Ada viven un amor que pone el matrimonio de Harry al borde de la ruptura, Ben realiza operaciones fraudulentas, mediante falsificaciones de firmas, en el banco de los Sinner.
Cuando todo esto se descubre, Harry queda un una situación muy delicada y se ve en la necesidad de volver con su mujer y aceptar la ayuda de su suegro, otro banquero francés.
Ada se da cuenta de que Harry necesita a su familia política y huye de Francia a un país del este. Allí encuentra un trabaja y da a luz a un niño.
El trabajo de Irène Némirovsky consigue que el lector participe de esta epopeya del pueblo judío, siempre en constante lucha por su superación. A veces, el camino no es del todo recto pero al final, se ve la luz de la esperanza, en este caso, el nacimiento de un niño. Aunque las circunstancias en las que Ada y Harry viven su amor hacen daño a ambos, al final, Ada ve claramente que debe abandonar a Harry y dejarle retornar a su familia, a su lugar en la sociedad parisina. Esta renuncia no deja de ser una prueba del verdadero amor que ella siente por Harry; tal vez por eso su hijo, el hijo de ambos, es para ella consuelo y esperanza.

Imagen de acabrero

De nuevo una temática similar a otra de sus novelas: los emigrantes judíos que se van situando en Europa, sobre todo Francia, que es lo que Némirovsky conoce a la perfección. Sin duda hay una influencia biográfica. Sabe captar de modo maravilloso las situaciones, las psicologías de los personajes, los deseos incontrolados de riqueza, de posición social, de situarse en el país al que se llega. Como casi siempre, existe el personaje católico, como contraste. Una persona buena que no entra en esa trama de afanes desmedidos. Sorprende el magnífico tratamiento del tiempo, de manera que va saltando desde la infancia de los protagonistas hasta los momentos dramáticos de su vida adulta, pasando por otros momentos de la juventud y la madurez, con gran maestría. Todo ello hace que se mantenga constantemente la tensión del relato. Seguramente no es la mejor de la autora –ninguna como “Suite francesa”- pero desde luego se puede decir que no defrauda.

Imagen de fcrosas

No es la mejor de las novelas de Nemirovski recientemente publicadas en español por Salamandra. Pero a los admiradores de esta portentosa novelista -entre los que me cuento- les gustará. Como siempre, el relato tiene fuerza y te atrae desde la primera línea hasta la última como un imán. También, como todas sus novelas, es dura, sin concesiones a la ironía ni al sarcasmo. ¿Compensa leer novelas tristes? A mí sí, cuando salen de la pluma de alguien que conoce bien al hombre y defiende su dignidad.