Trastario

Haciendo honor a su nombre, Trastario reúne 30 poemas dedicados o inspirados en aparatos de uso cotidiano que encontramos en nuestro entorno doméstico: desde la lavadora al frigorífico, pasando por la tostadora o el aspirador.
Sus engranajes, los enchufes a los que se conectan o las fuentes de energía de las que se alimentan para funcionar, aparecen en esta obra en la que Pedro Mañas actúa como mecánico, ingeniero o constructor de versos. Sus herramientas son el ingenio y el humor, con los que crea juegos de palabras y dobles sentidos, al tiempo que experimenta con su sonoridad y significado, trasladando por momentos a los lectores al terreno de lo lúdico.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2018 Kalandraka
40
978-84-8464-387-6

Ilustraciones de Betania Zacarías

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Libro de poemas para niños (y mayores), dedicado a los electrodomésticos que nos acompañan en los quehaceres diarios. Con el subtítulo “Nanas para lavadoras”, se presentan treinta poemas con un toque surrealista que nos hablan de neveras, lavadoras, máquinas de escribir, relojes o tocadiscos que se personifican gracias a la magia de las palabras. Y así, podemos destacar algunos títulos como Amor bajo cero o Viaje al Polo dedicados al frigorífico, Nana para un despertador, Qué sueña una tostadora o el divertido Niño aspirador, que entre sus versos dice así: “¡Pobre niño aspirador!/ Sale limpio de su casa,/ pero allí por donde pasa/va atrayendo el mal olor,/ la mugre, el polvo y la grasa”.

Este poemario es obra de Pedro Mañas (Madrid, 1981), célebre escritor de literatura infantil y juvenil, autor de la colección Anna Kadabra, las Princesas Dragón y Marcus Pocus, entre otras muchas obras. Además, destacan sus libros de poemas, como  Poemas para leer antes de leer, ganador del Premio de Poesía Infantil El Príncipe Preguntón, Ciudad Laberinto y Trastario. En este último, se combinan los elementos de la naturaleza con los objetos de la vida cotidiana (lavadoras, tostadoras, relojes…) para crear una realidad paralela, original y llena de ternura y humor, con algunas ideas interesantes para reflexionar sobre nuestro mundo. Las onomatopeyas, las aliteraciones, las repeticiones, los juegos de palabras elevan algunos poemas a la categoría de trabalenguas y canciones que nos hacen sonreír y soñar. La obra se completa con las alegres ilustraciones de Betania Zacarías, “elaboradas con acrílico y collage, que envuelven los textos con una suave calidez de colores y texturas y los ambienta en sencillos escenarios donde proyecta metáforas visuales a esta lectura poética”. Así pues, se trata de una lectura muy recomendable para niños y mayores, para recitar, reír y pensar.