Hace muchos años, con motivo de la erección del Opus Dei como Prelatura personal por san Juan Pablo II (1978-1994), el beato Álvaro del Portillo (1914-1994), entonces obispo y Prelado del Opus Dei, escribió a los miembros del Opus Dei y a los cooperadores y amigos una carta conmovedora el 28 de noviembre de 1982, donde desgranaba su acción de gracias a Dios, resaltaba las principales lecciones que debíamos aprender de ese hecho y, finalmente, nos invitaba a vivir un año dedicado al Espíritu Santo.